Canción 4

13 3 0
                                    

Jungkook

“N.O”
“Los adultos me dicen que las dificultades son solo momentáneas
Que soporte un poco más, para hacerlo más tarde
¡Todo el mundo diga no!
No puede ser más tarde
No te veas atrapado en el sueño de otra persona”.

Todas las familias son complicadas. Independientemente de su origen, composición, miembros. Nada de eso importa. Son. Complicadas.

Y la mía, por supuesto, no podría ser una excepción.

Los Jeon tendían a ser absorbentes y en extremo tradicionales.

Algo típico en Corea.

Parecería normal, pero, tras años de las más limitantes costumbres arraigadas en cada parte de lo que eres, llega a ser extenuante.

En Corea el respeto, los valores familiares y la jerarquía social priman por sobre todas las cosas. Es un mundo propio. Alejado de todo y todos. Aunque cada vez nos abrimos más y tememos menos.

Corea es un país donde el honor y la devoción son mucho más que meros sentimientos.

La obediencia y la rectitud, mandamientos.

La sabiduría y la responsabilidad, inquebrantables.

Y hacerte cargo de tu propia vida, una burla.

Durante toda mi vida he intentado superar esas barreras, pero ha sido difícil. Para mis padres no soy solo un hijo, también soy un trofeo que lucir y pulir. Necesitan que sea perfecto, mucho más que la próxima bocanada de oxígeno que les permitirá seguir con vida.

Me aferro a la libertad, a los resquicios que se asoman por los bordes desvaídos de la prisión en la que vivo.

Y evito, a toda costa, escapar de la sombra de Seok Jin. El médico. El salvador. El hijo ejemplar que nunca levanta la voz y acepta, siempre, las críticas de nuestros padres.

En ocasiones creo que se nutre de ellas. Necesita la atención que le ofrecen, aunque sea negativa. ¿Por qué? Me pregunto. No tengo una respuesta para ello y siendo honesto conmigo mismo tampoco me importa lo suficiente.

Quizás suene mal, pero en ocasiones me hace feliz que él sea el centro de atención, que reciba todo el amor dañino y tóxico de nuestra madre, porque eso aleja un poco la atención del no tan perfecto yo.

Eso me permitió crecer de una manera diferente, la atención que, aunque escasa, solía ser más agresiva que la de Jin, pero pude ver el mundo con mis propios ojos y formar mi propia opinión sobre todas las cosas.

Mis pensamientos son silenciados cuando alguien entra a mi habitación, sin tocar, por supuesto, tocar implicaría que yo podría tener algo que ocultar.

Otro detalle sobre mi familia: nadie tiene privacidad.

—¿Todo bien, madre? —pregunto, mi tono es bajo, medido. No dejo entrever la molestia que provoca su intromisión, porque podría usarlo en mi contra más tarde.

—Por supuesto, cariño. Solo venía a preguntar si estás preparado para comenzar las clases mañana.

Es mentira.

Y es demasiado notable.

Desde la sonrisa conocedora hasta el brillo en sus ojos. Algo hizo y tengo miedo de saber qué.

—Sí. Estoy ansioso por volver a la escuela.

Cero niños han dicho esto con honestidad a lo largo de los años. Creo que generalizo, aunque no importa, hay momentos que requieren mayor carga dramática.

Lost Boy (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora