Lost Boy (KOOKMIN)

Canción 10

La expresion que adquiere su rostro hubiese sido graciosa en una situación completamente diferente a esta.

Es de dolor puro.

Y, por un momento, pienso que él entiende como yo me siento, incluso sin haber vivido lo mismo que yo.

—¿Eres huérfano?

—Sí.

—¿Qué… qué sucedió?

—Ellos murieron en un incendio.

Sé que quiere saber más detalles, así que le cuento lo que recuerdo de esa noche.

Estaba durmiendo, por lo que no tengo idea de cuándo inició el fuego o qué lo inició. Los paramédicos que me atendieron dijeron que mis padres no sufrieron, que por los gases emitidos por el fuego ellos pasaron de la vida  a la muerte.

Estuve semanas y meses haciéndome preguntas sobre la muerte. Me quedé con aquellas palabras: ellos no sintieron dolor.

El problema es que nadie que haya muerto puede contarnos lo que sintió. Y yo no concebía que existiese una muerte sin dolor, aunque fuese algo ínfimo, un segundo insignificante en el tiempo, algo debía sentirse. La vida es… demasiado grande, demasiado fuerte, poderosa, como para que desaparezca sin hacerte sentir algo por última vez.

Pero de eso no iba la historia.

Se suponía que yo moriría junto con ellos, pero en aquella época vivíamos junto a una familia cuyo hijo menor se había convertido en mi mejor amigo meses atrás.

Él fue la primera persona en ver el fuego.

Había un árbol junto a mi habitación, era muy fácil escalarlo porque las ramas eran muy bajas. Él lo subió y corrió hacia mi cama, aprovechando que mi ventana siempre estaba abierta.

Me despertó entre gritos que pasaban a susurros porque se le cortaba la voz, aun dormido acaté su orden, me desperté el tiempo suficiente para bajar.

Me llevó al pórtico de su casa, para ese momento ya todos los vecinos estaban despiertos y los gritos eran tan fuertes que apenas podía pensar.

Luego llegaron las sirenas y los paramédicos comenzaron a inspeccionarme.

Dijeron que estaba bien y felicitaron a ese niño que salvó mi vida por su atrevimiento.

Más tarde dirían que el fuego inició debido a que mamá dejo la estufa abierta y después de eso dejé de escuchar.

En ese momento no fui consciente de lo que había sucedido, no fue hasta horas más tarde cuando me llevaban unas personas que ni siquiera conocía que reconocí el hecho de que todo había cambiado.

Para siempre.

—¿Dónde has estado… todo este tiempo?

—Hogares tutelados.

—Y tu tío hace una semana fue por ti, por eso estás aquí.

—Sí.

—¿Por qué… —parecía estar buscando las palabras, así que completé la oración por él.

—¿Por qué tardó tanto tiempo en ir por mí? —asiente en silencio— Porque él creía que estaría mejor solo. No puedo juzgarlo, ¿sabes? Si yo hubiese estado sufriendo no creo haber podido cargar con el dolor de alguien más…

Él se mueve con mis palabras con mis palabras, como si estuviese danzando al compás de ellas.

Se siente bien la forma en que me trata y cuida, aunque no lo note, esa inconciencia a la hora de actuar lo hace todo mucho mejor.