Unos meses después del cumpleaños de Esmeralda, Diego llegaba corriendo a la cafetería. Se le había hecho tarde pues ya pasaban mas de treinta minutos de su hora de entrada. Entró algo agitado, el lugar estaba lleno y de inmediato se dirigió con Guillermo.
—Discúlpame Memo, en serio llego tarde—
—No te preocupes—lo contestó comprensivo su jefe—Chucky me mando un mensaje de que hoy llegarías más tarde. ¿Cómo esta Mera?—
—Bien, gracias. Según el doctor solo tenía una pequeña infección en la garganta. Después de darle sus medicinas se quedó muy contenta jugando con Edson y ya no volvió a darle fiebre—suspiró aliviado pues ese día su hija tenía algo de fiebre y molestia.
—Me alegro que ya este mejor, no olvides llevarle un premio cuando te vayas. Puede ser pastel o una gelatina—
—Si—Diego se puso en modo trabajo poniendose su mandil—Bien, me voy a atender mesas—
—Empieza cobrando la cuenta de la mesa siete por favor, creo que ya tienen algo de tiempo esperando—le habló Memo, el omega menor acató la orden.
Llegó a la mesa siete listo para cobrarles, ahí estaba una joven pareja. Diego iba concentrado viendo la orden para ver de cuanto era la cuenta pero al levantar la mirada se quedó congelado. Reconoció unos ojos verdes de una de las personas en esa mesa. Sus manos temblaron y su mente se quedo en blanco.
—Oye...—una chica con el cabello negro muy hermosa habló—¿Nos vas a cobrar o no?—preguntó un poco fastidada. Diego reaccionó, se puso nervioso intentando sacar la cantidad. La persona de ojos verdes solo volteó la cara sin importarle lo que hacía el mesero.
—S-son quinientos ochenta pesos—al fin pudo decir, el hombre pagó entregando su tarjeta y pronto la pareja salió con la chica colgada a los brazos de su acompañante. Diego solo los vió irse, no reaccionaba.
—Dieguín, por favor ayúdame con las órdenes de la mesa nueve y catorce—uno de sus compañeros le habló pero el nombrado no le respondió.
—¿Diego?—le tocó el hombro sacandolo de su trance.
—Perdón, ¿que me dijiste?—a su compañero le causó sorpresa su respuesta. Diego era alguien muy listo y atento. Le repitió lo dicho antes y el omega se dirigió a seguir con su labor. Sin embargo el semblante de su cara se notaba mal.
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Diego no estaba haciendo las cosas bien ese día, falló en varias órdenes, se equivocó al cobrar y hasta tiro una bandeja con una orden. Estaba limpiando el desastre y al terminar Guillermo lo mando a llamar a un lugar mas privado.
—Diego ¿todo bien? Hoy has estado bastante distraído—lo miró preocupado.
—¿Me va a despedir?—preguntó el chico con temor.
—No, claro que no. Todos tenemos un mal día y tu siempre has demostrado ser un gran empleado—contestó comprensivo el rizado—Solo estoy preocupado. ¿Es por tu hija que estas tan desconcentrado?—Diego se quedó pensando un momento.
—Algo así—suspiró—lo lamento mucho, ya no cometeré errores—Memo le tocó un hombro.
—Tranquilo, todo esta bien. Por ahora ayuda solo en la cocina, a lavar los platos en lo que termina el turno. ¿Si?—el omega mas bajo asintió.
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A Diego lo fueron a dejar cerca de su hogar como siempre, sin embargo no hablaba mucho. Guillermo y Lionel solo se dirigían miradas preocupadas pero prefirieron no molestar al omega.
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Hermoso Cariño
FanfictionEdson solo ayudó a un desconocido omega, no creyó cuanto cambiaría eso su simple vida. Omegaverse EdsonxDiego Se entiende que todo es ficción y no representa a las personas reales que aquí se mencionan.