Ocho

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Nota: intente hacer que Mera hablara como una niña de su edad, no se si me salio 😅


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—Aquí esta su cambio—Diego entregaba el dinero a un cliente.

—Puedes quedartelo todo como propina—le dijo, era un chico como de su edad. Se veía un poco nervioso mientras sonreía.

—¿Seguro? Es mucho—Diego ladeó su cabeza.

—S-si, gracias por todo—la persona salió de ahí casi corriendo. Memo que había visto todo se acercó.

—Andale, creo que conquistaste a ese muchacho—le dió una sonrisa.

—¿Si?—Diego lucía confundido.

—¿No te habías dado cuenta? Seguido viene y parece que te mira—le contestó el mayor.

—La verdad no—seguía mirando su propina—Aunque no me interesa lo romántico en este momento—contestó serio.

—Eso o más bien que ya piensas en alguien mas—Memo alzó las cejas.

—...Me voy a seguir atendiendo mesas—Diego huyó de esa plática, Memo solo lo vió irse. "¿De verdad no se ha dado cuenta" pensó soltando un suspiro.

El omega menor recordó de repente el incidente con su celo donde se atrevió a besar a Edson, lo recordaba claramente y no podía evitar gritar internamente por la vergüenza, sin embargo no se arrepentía de haberlo hecho fue una sensación increíble.

Al día siguiente de lo que había pasado no sabía como trataría al alfa pero este siguió comportandose como siempre con el, como si nunca hubiera pasado nada.
Diego sintió alivio, su amistad no se había roto. Pero también se sentía decepcionado, ¿acaso Edson no sentía algo más por él? Ni él entendía qué era lo que quería o sentía, o tal vez si lo sabía pero prefería hacerse el tonto.
Todo siguió su curso y pasaron unos meses de ese momento donde su celo se descontroló.

Diego salió de su turno en la cafetería, ya eran las 3pm. Varias cosas cambiaron en un tiempo, Edson y sus amigos se encontraban en el último semestre realizando sus prácticas profesionales las cuales lo mantenían ocupados gran parte del día junto con las últimas clases. Ya no podían ayudar a cuidar a Mera Merita, se sintieron muy apenados con Diego al no poder apoyarlo con eso. Este les dijo que no pasaba nada, lo habían ayudado tanto y ahora que lograba reunir más dinero decidió buscar una guardería para su niña. La consiguió pero también cambio de turno para poder estar en las tardes con su pequeña.

—¡Pá!—Mera fue entregada a Diego en la entrada de la guardería, la abrazó con mucho amor.

—¿Como te fue mi vida?—preguntó aún teniendola en brazos.

—¡Mien! Mila, pinte musho— le enseñaba una hoja donde se veían varios colores hechos al parecer con crayolas. Diego alabó el dibujo y la cuidadora se despidió de ellos no sin antes decirle al omega lo bien que se había portado Esmeralda, era una buena niña.


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Iban caminando al paso de Merita, la llevaba de la mano. Estaban cerca del dormitorio pero alcanzó a ver a Sebastián y Henry delante de ellos, iban concentrados platicando. Estuvo a punto de hablarles cuando escuchó su plática.

—¿Es neta?—se sorprendía Cordova—¿Apoco Edson anda saliendo con ese lindo omega del despacho donde va?—Diego se sorprendió por lo que escuchó.

—Al parecer, solo es un rumor. El machín no me ha dicho bien pero parece que ese omega lo invitó a salir—Henry dijo encogiendo sus hombros.

—Pero entonces que pasa con—Sebastián volteó en ese momento y abrió los ojos lo mas que pudo al ver al Lainez y a su hija—¡D-Diego!—habló un poco nervioso Cordova, Henry volteó rápidamente también. Ambos se quedaron sin saber qué decir. Entonces Mera habló.

Hermoso CariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora