XI

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Billie:

Observé la hora nuevamente en el reloj que estaba en lo alto del lugar, pasaban más de las dos de la mañana, después de haber terminado mi pelea...mi primera pelea con una victoria Drew y Ally fuimos a un viejo edificio dónde ella vivía, había comprado cervezas para festejar mientras contaba el dinero, traía un cigarrillo entre sus dientes mientras decía cosas sin sentido.

Por mi parte me había colocado nuevamente mi ropa mientras sostenía en mi rostro una bolsa de hielo y otra en mis nudillos, jamás había pensado que obtendría una victoria, estaba segura de que _____ estaría enfadada conmigo, pero eso no me incomodaba en lo más mínimo, mi deber era seguir peleando, después de unos minutos terminé de tomar mi tercera cerveza mientras Drew soltaba una carcajada.

- estas inversiones son fabulosas! - Ally quién estaba junto a nosotras sólo la observó para después seguir comiendo su sándwich.

- cuánto ganamos? - comentó la más pequeña, por mi parte me dediqué a mirar el gran rollo de billetes.

- escucha Billie. - dijo la tipa de color soltando humo por la boca. - te daré cien dólares por esta pelea. - mi boca cayó al suelo, era mucho más de lo que había ganado en una semana en la vieja fábrica. - si quieres pelear nuevamente conmigo ven a este lugar. - en segundos Ally extendió una tarjeta con el nombre y dirección. - es mi gimnasio y puedo entrenarte- asentí con la cabeza mirando todavía la tarjeta.

- esto es mucho más de lo que he ganado en una semana. - le dije a Drew, ella se encogió de hombros para después decir.

- es el precio justo, no había visto a una novata noquear de esa manera a un oponente con historia en el segundo round. - dijo orgullosa.

- tenía que hacerlo. - dije recordando a mi hijo. - actualmente estoy pasando por una situación desgastadora para mí.

- bueno, espero que tu chica no se enoje. - negué con la cabeza mientras guardaba el dinero en mi pantalón, me dolía el cuerpo, pero estaba segura de que esos cien dólares me servirían para pagar el hospital de mi hijo y sobre todo comprarle algo a _____, habíamos discutido cuándo me fui y ese pensamiento vino nuevamente en mi mente, solté un suspiro y Drew se dio cuenta de ello, prendió otro cigarrillo para darle una calada y después tomar un trago de su cerveza.

- pasa algo? - preguntó con los ojos entrecerrados.

- sólo estoy pensando en la discusión que tuve con mi mujer. - dije dándole un trago a mi cerveza. - antes de pelear venía saliendo del hospital dónde tuve una discusión con mi chica, prácticamente le dije que no quería a nuestro bebé. - Drew negó con la cabeza mientras Ally se levantaba, me pregunté si eran pareja o amigas, pero decidí guardarlo para mí.

- jamás hagas enojar a una mujer. - dijo negando en modo despreocupado. - irás a verla? - preguntó.

- ya es tarde, seguramente está en el hospital durmiendo y no quiero incomodarla.- Drew asintió con la cabeza.- uhm..me preguntaba si podías dejar que me quedará esta noche en tu casa.- ella asintió con la cabeza mientras decía..

- eres mi nueva boxeadora. - palmeo mi hombro. - te dejaré quedarte, además necesitamos hablar sobre tu nueva carrera.? - arrugue el entrecejo.

- como? -

- tengo contactos Oconnell. - su semblante ahora era serio. - empieza por abajo, como todos los chicos grandes lo han hecho, te entrenare para que tengas peleas callejeras, veamos cómo te acepta el público y si tenemos suerte. - por un momento se quedó callada. - bueno, será sorpresa.

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A la mañana siguiente me levanté temprano y me despedí de Drew, estaba segura de que _____ estaba preocupada o molesta, afortunadamente la hinchazón en mi rostro se había bajado pero tenía dolor, la mañana era fría y estaba segura de que _____ estaba hambrienta por eso pasé por un pequeño super para comprar algunas donas y unos cafés, pagué con el dinero que había ganado la noche anterior y seguí mi camino hacía el hospital, me sentía mal por decirle eso a mí chica, nuestro futuro bebé no tenía culpa de nada, mucho menos de la situación por la que estábamos pasando pero haber conocido a Drew se había convertido en esa luz al final del túnel, más de una ocasión habíamos quedado sin comer por semana o sin luz, el gas se escaseaba la mayoría del tiempo y mi hijo sufría las consecuencias.

Habían ocasiones en las que _____ rebajaba las botellas de leche con agua para hacer que rindieran y así Lazarev pudiese tomar, en una ocasión cuándo mi hijo tenía dos años habíamos quedado sin electricidad en invierno, no recuerdo como demonios había logrado hacer una pequeña fogata para guardar un poco de calor, afuera estaba nevando y _____ estaba muriéndose de frío junto a nuestro hijo, recuerdo que esa noche abracé a _____ con todas mis fuerzas para trasmitirle todo mi calor, pero ahora algo dentro de mi sabía que las cosas iban hacer diferentes, algo dentro de mí me estaba dando esperanza, talvez...sólo talvez podía darle una mejor vida a mi mujer y mis hijos, talvez y podía comprar algún lugar y no sé, talvez y con el paso del tiempo mi familia sería feliz gracias a mí.

Cuando llegué al hospital la mujer recepcionista me miró con cara de asco y me obligó a pagarle, en total eran ochenta dólares, se los di y pude ver sorpresa en su rostro, solamente me quedaban diez dólares, pero no me importaba, hoy en la noche regresaría a pelear con Drew.

Entre ala habitación de mi hijo dónde me encontré con una _____ dormida en una pequeña silla y medio cuerpo inclinado en la cama de nuestro hijo, puse el desayuno en una pequeña mesita y me agaché frente a ella.

- _____. - dije sobándole la mejilla. - _____ despierta! - le hablé un poco más alto, ella en segundos despertó y se me quedó viendo.

- Bill. - sonreí y besé su frente. - dónde estabas? - me preguntó de pronto con mirada seria.

- te traje el desayuno. - ignoré su presunta. - come que te sentirás mejor, además nuestro bebé necesita alimentación. - ella vacío por unos momentos, pero al final el olor a donas calientitas le hizo rugir su estómago, se sonrojo, pero yo sólo la miré con adoración. - come. - asintió con la cabeza.

- lo lamento. - dijo de pronto mientras tenía la dona entre sus manos. - ayer no debí darte esa bofetada. - negué con la cabeza.

- claro que si. - dije en voz baja, no quería despertar a nuestro hijo. - perdón...quiero que sepas que en verdad amo a nuestro bebé. - dije tocando su vientre. - lo que dije ayer...ni siquiera sé porque rayos lo dije. - ella me acarició la mejilla y sonrió como una pequeña, me contuve en gruñir ya que aún me dolía el rostro 

La Peleadora | Billie Eilish G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora