XXVII

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Billie.... meses después.

El cansancio estaba matándome sin embargo estaba a sólo unas semanas de mi próxima pelea, había estado entrenando duramente varios meses, había tenido los peores meses de mi vida y un entrenamiento verdaderamente difícil.

Salté repetidas veces la cuerda hasta que la voz de mi entrenadora llegó a mis oídos la miré por unos momentos mientras sentía como el sudor bajaba por el valle de mis pechos y mis brazos, traía un sujetador deportivo color verde con mi nombre en el elástico y también unos Short Sport, pasé lentamente la toalla por mi cuerpo y dejé caer la cuerda en el suelo para después tomar la botella de agua que ella me había tendido.

-Veo que has estado haciendo caso Billie. -dijo mirándome. -recuerda que tienes que conseguir más velocidad en tú piernas. -dijo señalándome. -y tú izquierda debe mejorar un poco más, té noto un poco floja de tú izquierda.

-estoy bien. -dije mirándola.

-bien, continúa. -asentí al mismo tiempo que tomaba nuevamente la cuerda y comenzaba a brincar, mi corazón bombeaba con tanta fuerza y mi respiración era entrecortada, la semana pasada había estado fuera de mi peso por tres libras, lo cual era una mierda, tenía que deshacerme de toda esa porquería, luego estaba la firma de autógrafos, desde cuándo me había convertido en una persona importante? No lo sabía exactamente.

Pov _____.

-no estés enojada _____.-dijo una serena Billie mientras le colocaban su vendaje en las muñecas de sus manos, no era estar enojada sino preocupada.-vamos...ayúdame.-dijo sonriendo dulcemente, me levanté para tomar las pequeñas ligas para el cabello y comencé a hacer sus trenzas.-es mejor así.-dijo en voz baja, era la primera vez que venía a una de sus peleas, pero había venido por una sola cosa, esta era una pelea importante para ella, estaba siendo reconocida mundialmente y tenía que estar a su lado, apoyándola y haciéndole saber que gane o pierda yo la amaría y sería mi peleadora favorita, mi campeona y la mujer que había ganado todo mi corazón.

-sólo promete que no te dejaras. -dije colocando una mano en su hombro, ella la tomó con su mano libre y la besó.

-te prometo que ganaré esta pelea. -asentí con la cabeza y continúe con mi trabajo, estar en este sitio me parecía extraño, normalmente no miraba sus peleas, odiaba cuándo llegaba con el rostro hinchado al igual que adolorida, odiaba la suerte que habíamos tenido, pero había de aceptar una sola cosa, gracias a las peleas ambas teníamos una mejor vida.

Mi hijo tenía su propio closet con ropa, yo también y mi esposa tenía ropa, se había deshecho de sus viejos vaqueros y sus desgastados suéters.

-señora cabello su lugar está esperándola. -observé hacia mi izquierda dónde Drew había hablado. -el pequeño Lazare está mirando la pelea que hay ahorita, pero debe estar sentada. -asentí con la cabeza, intenté irme, pero en esos momentos la mano de Billie rodeó mi cintura con su guante puesto y me atrajo hacía ella causando que me sentara en su pierna izquierda.

-Dame mi beso amor...-dijo mirándome, sonreí al verla y sin demorar acerqué mis labios a los suyos, me separé de ella y besé su frente.

-Te deseo la mejor suerte del mundo. -dije mirándola fijamente, sin importar que estaba rodeada de todo su cuerpo técnico, Drew hablaba a lo lejos con shawn quién me miraba a cada momento, Ally se dedicaba a alistar una pequeña maleta y algunas personas ni siquiera las conocía, pero tomaban fotografías a nosotras. -te amo. -dije besando sus mejillas.

-Yo también. -dijo con voz ronca, me dio un último beso y salí del lugar escoltada por varios tipos, mi enorme panza de embarazo dificultaba todo sin embargo no me quejaba de ello, llegué hasta la parte delantera dónde había mucha gente acomodada, habíamos viajado hasta las vegas dónde se realizaría la pelea, la noticia se había regado como pólvora que algunos viejos vecinos los cuales en el pasado nos habían dado la espalda ahora querían ser alguien nombrando a Billie.

Observé a mi hijo mirando la pelea entre dos mujeres, una de ellas tenía el rostro totalmente destrozado, pero no se rendía, no sabía absolutamente nada sobre boxeo, pero estaba segura que terminaría en el suelo.
Sin querer ver su pelea me dediqué a mirar el lugar hasta que el sonido de las campanillas se escuchó, una de ellas había caído al suelo totalmente inconsciente.

-mamá? -la voz de mi hijo hizo que girara a verla.

-que sucede cariño? -pregunté peinando su cabello.

-en unos momentos mi madre lola saldrá a pelear. -dijo emocionado, la preparación se apoderó de mi en esos momentos. -verás como duerme a esa chica, siempre lo hace! -dijo con mucha emoción en su voz, sin embargo, yo estaba cruzando los brazos para que nada le sucediera arriba del cuadrilátero.

Lo que fue una eternidad para mí en realidad habían sido minutos, la arena de quedó en una total oscuridad mientras desde el fondo las enormes luces se prendieron de muchos colores y una fuerte canción sonaba a todo volumen, era la canción favorita de Billie the ballad of me and my brain, las luces causaban efectos de temblor y el referí empezó con su habitual presentación mientras mi esposa hacía acto de presencia luciendo sus guantes oscuros al igual que su short y sujetador deportivo, traía su chaqueta de boxeo puesta con el nombre suyo en su espaldas, su cuerpo de entretenimiento estaba junto a ella, su entrenadora y enfermera, su representante y ciertas personas más, con ayuda del pie de Drew Billie pudo llegar a la parte alta del ring donde se subió a una de las cuerdas y levantó uno de sus puños sonriendo.

-la chica con ninguna pelea perdida...Billie Oconnell!!!-fue hasta ese momento que fui testigo de cómo la gente amaba a mi esposa y como los ojos de Billie brillaban con suma emoción, justo en esos momentos las luces nuevamente se apagaron y una canción en genero rap se escuchó, una mujer de vestimenta dorada y genes afroamericanos venía con su mirada dura hacia el cuadrilátero, era enorme y mucho más musculosa que Billie...en esos momentos mi preocupación pasó al nivel máximo.


La Peleadora | Billie Eilish G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora