Tanto amor que le tengo a él y decidí dañarlo más con este secreto que me carcome por dentro.
-Violeta ¿qué es lo que piensas? - pregunto Gerardo que se encontraba desnudo en mi cama observando el cómo me volvía a colocar mis prendas de vestir.
-Nada, solo pienso en nada- Giré para verlo y le di una sonrisa.
Él solo se levantó y me abrazo. - Ya deja de pensar en Damián, tarde o temprano lo descubrirá así que debes de hacerlo ya o se lo diré yo- dejo de abrazarme y se comenzó a vestir.
Termine de arreglarme y baje a mi cocina para preparar algo para desayunar, en eso escucho el timbre y me asomo a la ventana viendo que es Damián. Dudé en abrirle y sin más fui y lo hice pasar.
- Hola cariño, vine a verte por qué voy a salir de viaje en unas horas y estaré fuera por unos meses, también te traje esto...
-Violeta amor, hoy quiero llevarte a cenar...
Ambos chicos se miraron, uno con flores en una mano y una caja de regalo mediana en la otra, mientras el otro bajaba de las escaleras secándose el cabello y con el pantalón medio abrochado con los pies descalzos. Todo se volvió un silencio incomodo. -Damián, hay una explicación a esto- rompí aquel silencio.
-¿Me estas siendo infiel con uno de los reyes? - fue lo primero que dijo y sin pensarlo.
-No es así, solo el vino anoche a cenar y se quedó a dormir es solo eso- Mentí.
-Damián ella no te lo dirá porque no quiere lastimarte, pero realmente si, ella te está siendo infiel conmigo. - escuche decir a Gerardo.
Solo mire a Gerardo y mire rápido a Damián. Soltó lo que llevaba en sus manos para después abalanzarse hacia Gerardo dándole el primer puñetazo y se comenzó una pelea.
-Sabes que es lo peor Damián, que ella gime demasiado rico cuando se lo hago y tu ni si quiera la has podido ver desnuda. - Se monto encima de él haciendo que se detuviera.
Damián lo empujo para poder levantarse y voltearme a ver. Su mirada trasmitía odio. rencor, dolor, desilusión, pero sobre todo decepción. - ¿Desde cuándo me engañas con él? - pregunto muy serio.
-Desde hace tres meses. sin embargo, te lo iba decir el día después cuando me acosté con él por primera vez. - Me acerque a él, pero se alejó.
-Yo tratando de darte tu espacio, no tratando de forzarte a nada y termino enterándome que durante tres meses...- se quedó en silencio y volvió hablar- ¡DESDE QUE COMENZO NUESTRA RELACION TE ACUESTAS CON EL HERMANO DE UNO DE TUS AMIGOS DE INFANCIA! - Grito con desesperación.
-Es que solo sucedió. - Dije en voz baja.
-Mi primo tuvo razón en sus últimas palabras, siempre me dijo que eras una grandísima zorra.- igual el dijo en voz baja, mirándome fijamente.
mi primer impulso fue darle una cachetada. -Tu primo me violo hace años, yo no fui ninguna zorra cuando eso paso. -
- MI primo está muerto por que yo lo maté, porque yo me deshice del cuerpo solo por una mujer que ni siquiera vale totalmente la pena. -Hablo un poco más fuerte, pero como si fuera asi mismo.
-¿Qué fue lo que hiciste? - dije atónita a lo anteriormente confesado.
-lo que escuchaste, mate a mi primo por ti, pero fue sin querer. -Se acerco a mi tomándome de los hombros.
Quedaba atonita, no podía moverme. ¿Por que lo hizo?, ¿Estaba bien qué muriera? No, no estaba bien.
-Tengo que irme, aquí ya no soy bienvenido y mucho menos bien recibido- haciéndome aun lado para pasar y cerrar la puerta a su paso.
Quede impactada a lo que confesó, no preste atención a lo que pasaba a mi al rededor. Sentía una gran culpa, y en eso sentí unos brazos envolviendome, Gerardo me abrazaba.
-Imaginate que hubiera pasado si hubieras seguido con él. - susurro mientras seguía abrazándome.
-¿Porque fuiste así con él? -susurre.
Me dejo de abrazar y solo me miro-Era aprovechar la oportunidad o dejarla pasar para que siguiera lastimandose.- Se alejó y se sentó en el sillón.
-No era la manera correcta en decirle- Me senté aun lado de él.
-No, pero ya lo hiciste. Ahora con lo que nos confesó tenemos que ir a decir que el mató a su primo.- Me abrazo nuevamente con su brazo.
-No, no haremos eso. - Me levante diendo a la cocina.
-¿Y por que no?- Fue tras de mi quedando completamente confundido.
-Porque amo a Damián- susurre lo más bajo posible.
-¿Porqué? - se acercó a mí quedando a mi espalda tomándome de la cintura.
-¡Porqué lo amo!, ¡amo a Damián Velazquez! - Alce la voz para que logrará escucharme.
En ese momento un silencio rondo por aquella habitación, sentía como sus brazos dejaban de rodearme y sus pasos se alejaban de mí. Al minuto como la puerta de mi casa se escuchaba rechinar por el abrir y cerrar de esta para tiempo después escuchar el encendido de un vehículo que se alejaba rápidamente.
Esto es completamente doloroso. Lis sentimientos confundidos se encontraban, no sabía cómo calmarlo y el cómo lidiar con ellos.
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Cartas que nadie leerá [Cartas #1]
Teen FictionA veces la vida te da caminos que como persona, incrédulamente toma y sin darse cuenta nunca sabe si lo llevara a algo positivo o negativo. Luchar contra nosotros mismo y lograr identificarnos con algo y saber que hicimos mal en su momento nos ayud...