Capítulo 9: Todo empezó muy bien.

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El chico de cabello negro y ojos rojos estaba haciendo el desayuno mientras Franlin miraba la pared intentando pensar en nada, aunque no importaba cuanto se esforzara, los recuerdos de su sueño de la noche anterior invadían su cabeza y activaban el rubor en sus mejillas. Nero lo trajo a la realidad dejando un plato en frente del rubio.


— ¿Me repites por favor porque estas haciendo el desayuno?- Pregunto el rubio confundido.

— Porque hoy me toca levantarme temprano y llegue primero a la cocina— Ocupo el asiento de adelante y comenzó a beber un batido bajo en calorías.

— ¿Porque no comes lo mismo que yo?

— Porque eso afectará mis músculos.

— Ser tan guapo suena a una pesadilla— Nero se aclaro la garganta antes de seguir bebiendo.

— No lo se ¿Es tan malo para ti?

— Como si yo fuera alguien guapo— Pincho un huevo con su tenedor y lo observo un momento antes de comerlo.

— Eres un chico lindo— Dijo Nero en tono serio— Eres un tipo muy sexy ¿De verdad dudas de eso?

— no tienes que ser amable solo porque te acuestas con mí esposa

— No estoy siendo amable, estoy siendo honesto. Vamos. Ponte de pie.

— No quiero llegar tarde

— Dije que te pongas de pie — el rubio obedeció, Nero se puso de pie también y coloco sus manos en los hombros del rubio— Tienes buena postura, te paras derecho y firme como un campeón— Paso sus manos por sus brazos hasta llegar a sus palmas— el largo de tus brazos esta bien, eres bastante proporcionado y tus manos — separó sus dedos con cuidado— dedos largos y delicados, no te comes las uñas y están limpias.

— ya entendí— Dijo el rubio. Pero Nero regreso a su torso y comenzó a bajar

— Eres flaco sin importar cuánto comas, tienes buen metabolismo, y podrías sacar más muscular si hicieras ejercicio -Colocó su mano en el estómago del rubio antes de seguir bajando— Tienes lindas piernas, aunque flacas y largas, los pantalones no te quedan. Yo creo que ese es un estilo muy tuyo, aunque tienes una pisada fuerte seguro das muy buenas patadas— Regreso al rostro del rubio, quien estaba sonrojado— Tienes los pelos parados y unos hermosos ojos azules. Y no te has afeitado hoy por lo que tienes pelitos rubios en tu cara. Franklin, eres una persona con mucha belleza, siento un poco de envidia de ti y al mismo tiempo me emociono de poder compartir el mismo cuarto contigo. Te lo dije cuando nos conocimos.

— Y-yo... ehm.. amm...

— ¿Que pasa? ¿En qué piensas?

— Bueno. Tu... no solo eres guapo, eres un tipo sexy y... bueno... no puedo ser tan poético como tu pero... aja si... no puedo pensar en algo de ti que no sea atractivo... y.. eso... o sea... esto no es una competencia... podemos tener una-una relación... o sea una relación sana... por a-aqua. Ya sabes. Si... e-eso. Que eres guapo — Huyó a la mesa y siguió comiendo en silencio con el corazón acelerado. Nero lo observo con una sonrisa antes de sentarse y seguir también con su desayuno.

— Estás un poco raro ¿Está todo bien?

— Si. Si. Si. Solo. Tengo muchas cosas en la cabeza.

— ¿Que clase de cosas? ¿Algo con lo que pueda ayudar? — Pensamiento impuros volvieron a invadir la mente del rubio.

— Maldigo a Liliana— Dijo para sus adentros.

— ¿Eh? — Pregunto Nero.

— Nada nada. Solo son cosas del trabajo. Lo usual.

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