Capitulo 4: Tormenta

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La rubia estaba caminando abrazada al brazo del tipo de ojos rojos mientras paseaban por la ciudad, verían una película antes de ir a tomar un café.


— ¿Y? ¿Has sumado a más personas a tu citas?

— Por ahora solo tu.

— ¿Y tu esposo?

— Dice que no esta interesado.

— Sigue siendo raro.

— ¿Por que dices eso?

— Bueno, los hombres normalmente quieren abrir la relación para tirarse a otras mujeres sin sentir culpa ¿Ustedes acordaron hablar de las personas con las que salen?

— Asi es.

— Bueno, espero que no sea un patan.

— No lo es.

— ¿Lo quieres?

— Lo amo.

— Eso es increíble, espero que su relación sigua siendo buena.

— Gracias.

— ¿Tu? ¿Estas viendo a otras personas?

— Mmm, podría decir que si y hacerme el interesante, pero la verdad es que no, aun no conozco a nadie tan bonita como tu.

— Que cosas dices.

— Lo digo en serio, cuando te conocí dije, diablos, quiero tirarme a esa chica, pero ahora, me encanta pasar tiempo contigo, hablar contigo, no puedo mentir, espero con emocion a nuestra proxima cita.

— Me pasa algo parecido.

— Bueno, me alera no ser un tonto.

— Tal vez los dos somos tontos ¿Que película dijiste que íbamos a ver?

— No organizamos ninguna película, acordamos que veríamos la que este disponible cuando lleguemos al cine, asi no teníamos apuro en caminar.

— Es verdad ¿Que tipo de películas te gustan?

— Oh, bueno, principalmente el drama, el terror o de acción, si, entre esas tres ¿A ti?

— Mmm, diria que las de animadas, y tranquilas, Fran y yo somos muy fans del studio Ghibli.

— Oh, suena excelente, espero que tengamos algo de suerte.

— Y sino, siempre podemos salirnos del cine y hacer otra cosa.

— tomas la vida muy relajada, eso es sexy.


Finalmente llegaron al cine, acabaron eligiendo el reestreno de la película de "Ratatouille", compraron palomitas, bebidas grandes, y algunos dulces y se sentaron, para su buena suerte no habían muchas personas, lentamente se fueron perdiendo en las imágenes y la historia, aunque ya la conocían, su atención había sido captada por completo, en algún punto de la película, sus manos se coordinaron para encontrarse en tarro de palomitas, al principio se miraron sorprendidos, luego las dejaron ahi un rato, hasta que finalmente se dieron cuenta de que era un poco asqueroso y decidieron tomarse de las manos sin estar en contacto con la mantequilla de las palomitas.



Cuando la película termino, caminaron juntos hasta una cafetería.


— Oh, amo esa película— Dijo la rubia, quien aun sujetaba la mano de Nero— Es tan extraña y tiene un mensaje tan lindo.

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