Prólogo

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-¿Solo eso señor?

-A~ahm, ¿cómo dijo?

-Si...sólo...llevará eso...las latas de duraznos.

-¡Oh! S~si, las latas de duraznos...

-Serían dos con cincuenta.

-E~eh, s~si , enseguida le pago.

En ese instante el chico se dio media vuelta y salió corriendo con sus duraznos enlatados dentro de la bolsa, ¿No sería capaz de pagar siquiera dos dólares con cincuenta centavos?

De inmediato comencé a correr detrás suyo para alcanzarlo, pero era demasiado rápido, mis pequeñas piernas no eran capaces de correr a esa velocidad; entonces grité.

-¡Oye! ¡Detente!

Intenté apresurarme y así conseguir estar lo más cerca posible del sujeto, pero fue imposible.

Al girar en la esquina a dos cuadras del supermercado en el cuál yo trabajaba, mi pie derecho resbaló y dejé caer todo el peso de mi cuerpo sobre la vereda.

A lo lejos, oí una voz, me resultaba familiar pero, no podía reconocerla.

-¡T/N! ¿Estás bien? -se escuchó lejano, casi inaudible.

De pronto, con los ojos entre cerrados noté que manchas negras se acercaban lentamente al lugar en donde me encontraba; No podía verlas con claridad, era como si viera a través de un material translúcido, aún así, esas manchas borrosas eran suficientes como para saber que se trataban de personas, posiblemente paramédicos.


horas después

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-T/N, ¿Puedes oírme? -preguntó alguien con la voz llorosa.

Abrí lentamente los ojos, todo seguía viéndose indistinguible.

Sin embargo, noté una silueta con el aspecto de un humano, cosa que había visto antes, solo que esta vez no parecía un paramédico, si no una chica, una chica de pelo rojo oscuro, casi bordó, un rojo que relacioné inmediatamente con mi hermana, Lea.

-Doctor, ¿Cree que se recuperará pronto? -preguntó con inquietud ella.

-Le aseguro, señorita, que su hermana saldrá de aquí en no más de 24 horas -respondió el médico.

En cuanto dijo eso mi hermana mayor se notó más calmada. Ya no se veía tan desesperada, o al menos eso era lo que yo podía observar.

-¿D~donde estoy? - pregunté intentando reconocer todo a mi alrededor, era una sala blanca con cosas que parecían ser muebles.

Miré hacia abajo y me dí cuenta de que estaba en una cama, una cama de hospital.

-Estás en la clínica, T/N, estás aquí desde la una y media más o menos.

Al escuchar eso, mi mente comenzó a recordar todo lo sucedido.

-¿Quien fué? -pregunté desconcertada.

-¿Quien fué qué? -dijo Lea confundida.

-Me caí mientras corría trás alguien, alguien salió del mercado sin pagar y lo corrí hasta que me caí -expliqué a mi hermana.

-No lo sabemos T/N, ahora descansa, mañana nos vamos a casa -dijo Lea.

No me iba a quedar con las dudas de saber quien había sido la persona capaz de meterse conmigo.



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✒️ @Vzzkey

Aquel pequeño accidente nuestro [Jeongin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora