Una vez me preguntaron si había tenido un momento que nunca olvidaré, entonces no pude contestar, mi vida no había sido emocionante, más bien aburrida y llena de fracasos, pero ahora te doy a tí la respuesta:
"Elijo protegerte. A cualquier precio"
E...
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Siento el latido de mi corazón en los oídos, cada vez más rápido, los segundos se hacen eternos mientras los agentes del SWAT siguen cerca de nosotros, los observo alerta, tengo mi revólver listo en caso de que sea necesario, espero que no, ellos siguen teniendo la ventaja.
Kaylee trata de aguantar la respiración, los hombres pasan en frente del túnel dónde nos encontramos —Ella toma mi mano y sin darme cuenta la aprieto, cada vez estoy más cerca de un infarto al miocardio— Por suerte, ellos siguen derecho, alejándose y doblando en una esquina, escucho a Roger suspirar, pero yo sigo atento durante un par de minutos más.
—Vamos —Digo con firmeza y la suelto.
No tengo que recordarle a él que vaya al frente dónde puedo tenerlo vigilado ¿Es mi rehén ahora? Tal vez, pero no tengo tiempo para dilemas éticos en este momento.
—Por la derecha.
—Hacia allá no está la escotilla —Replica él.
—No nos dirigimos hacia allá.
—¿Y entonces a dónde vamos?
—A la derecha —Contesto impaciente.
Él espera a que agregue algo más, pero no le voy a dar respuestas, lo que podría propinarle es otro puñetazo, me contengo sólo por no asustar más Kaylee.
—Jake sabe lo que hace —Interviene ella, empieza a caminar hacia la ruta señalada, él bufa y la sigue igual que yo.
Llegamos al cuarto de vigilancia que ví hace un rato, si es que se le puede llamar así a esta diminuta habitación con una sola computadora; apunto una de las cámaras a la entrada antes de que avanzáramos al interior.
—Traben la puerta —Murmuro mientras busco lo que necesito, estoy seguro de haberlo visto por aquí.
—¿En serio les parece buena idea quedarnos aquí encerrados? ¿Esperamos al FBI o qué? —Vuelve a protestar el rubio, pongo los ojos en blanco.
—¿Jake? —Pregunta Kaylee.
Tomo un momento para mirarla más de lo que ya lo he hecho, aparta uno de los mechones castaños de su rostro se nota que está incómoda, es difícil saber cómo reaccionar en esta situación, frunce sus dulces labios en una mueca de confusión y disgusto. Por lo general no tendría problema en compartirle mis planes, pero no me arriesgaré a hablar de ello con el Hombre sin cara aquí.
—Confía en mí —Respondo simplemente luego de pensar un par de segundos.
—¿Jake? —Insiste molesta, arruga la nariz, me resulta tierno, pero sigo en silencio, suspira y traba la puerta con una silla vieja.
—Gracias.
Continúo buscando hasta encontrar una radio, casi obsoleta, pero me servirá; ella también está tratando de hallar algo en el interior de su mochila, la veo acercarse a Roger con un paño húmedo para limpiar sus heridas.
