Las cosas del omega están colocadas sobre los sofás de la sala, no se mueve de la puerta por miedo a lo que sea que pueda pasar. Escucha ruido en la cocina y en su campo de visión aparece Julián con la misma perfección de siempre, puede ver la forma en que el omega hace una mueca al ver sus orbes algo rojos ya punto de soltar más lágrimas, el omega baja la vista hasta el ramo de flores y se queda estático por un momento.
-Te traje tus flores favoritas... - es una buena forma de comenzar.
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El sonido de los latidos en su propio pecho lo hace querer huir y esconderse dentro de algun lugar seguro. Algo está sucediendo y no puede entender el porqué de la vista repentinamente borrosa de la hermosa sonrisa perteneciente al omega que está seguro fue creado para estar a su lado.
Él está sonriendo, causa un enorme pozo de sentimientos encontrados en el pecho del alfa, podría describirlo como algo inmensamente hermoso. La sonrisa de Julián es la más bonita que va a poder ver en toda su vida, siempre ha sido consciente de eso, que nunca va a encontrar a alguien que incluso pueda compararse con el bonito omega de ojos expresivos.
Enzo devuelve la sonrisa casi con la misma intensidad, no se da cuenta de que la vista borrosa de hace unos instantes se aclara debido a las densas lagrimas saladas que derrama sin darse cuenta. Le duele, le duele el corazón de tan solo pensar en lo que puede causar en el omega con un detalle tan simple como comprar flores.
-Muchas gracias Enzo - Julián se acerca lentamente, Enzo puede sentir el olor de Juli abriéndose paso en el aire hasta llegar a sus fosas nasales, se le calienta el pecho al notar la intensidad del olor, no es cualquier olor típico de omega, es la clase de olor que esta destinada a causar tranquilidad y una sensación de alivio.
Julián intenta tranquilizarlo con su aroma y Enzo solo puede intentar retener las lágrimas que intentan desbordar como un rio de agua dulce en medio de un paisaje del mismo tono que sus ojos. El omega se acerca todavía más, lo suficiente para tomar delicadamente el ramo de flores entre sus dos huesudas manos.
Con cuidado y una mirada de ternura se da la vuelta y comienza a caminar hasta uno de los sofás en la sala, con entusiasmo coloca las flores encima del sofá y regresa con rapidez hasta donde se encuentra su alfa.
-Son muy bonitas Enzo, no pensé que aun recordaras esto - dice con una sonrisa de ternura, coloca una de sus suaves manos sobre el hombro del alfa que parece estar pasando por uno de los peores momentos de su vida, hace algunos movimientos suaves con ella, como si quisiera deshacerse de los residuos de polvo en el saco de Enzo.
El alfa hace un ruidito gustoso cuando se da cuenta de que Julián ahora lo está marcando discretamente con su olor, la mano del omega se retira con suavidad. Enzo no quiere perder el contacto, no quiere dejarlo ir aun, por lo que se apresura y con un movimiento rápido toma la mano de Juli con una de las suyas.
