Cuando salí del baño no vi a Jungkook afuera. Supuse que estaba abajo en la cocina así que me dirigí allí. Llegué a la cocina y ahí estaba el, se encontraba en la barra del living, sirviendo un poco de un whisky que teníamos en nuestra bodega. Su enorme espalda se lucia mucho con la camisa apretada que llevaba. El hermoso cuerpo trabajado que se carga este hombre es impresionante.
El enojo se me había ido, pero lo dejé pasar por esta vez. Ya tendré un momento de hablarlo, ahora solo disfrutaré mi momento con el.
-Volviste! -se dió vuelta y se acercó a mi- Te pasa algo amor? -preguntó preocupado-
-No no, estoy bien bebe -acaricie sus mejillas- Solo me dolía un poco el estómago -planté un beso en sus labios y me dirigí hacia donde estaban las bebidas-
Apoye mi cuerpo en la barra y comencé a tomar del líquido que se encontraba en el vaso.
-Amor, si estás mal no creo que debas beber. -intentó sacarme el vaso pero era demasiado tarde-
-ESTABA mal, ahora estoy bien -me reí y seguí bebiendo- No seas gruñón Jungkook.
Después de un rato sentí subir un calor por todo mi cuerpo. Mi organismo no es muy resistente al alcohol, y mucho menos a las bebidas muy fuertes cómo estas, por lo que seguramente ya estoy ebria.
-Hace calor aquí, sácate la camisa amor -me acerqué y comencé a desabrochar su camisa lentamente-
-Hey hey, que te pasa linda? -no se opuso y dejó que continúe lo que estaba haciendo-
-Amor... te necesito -susurré en su oído un poco agitada- En esos momentos me encontraba muy caliente. El alcohol hizo su efecto y una necesidad creció en mi. Necesitaba tocar y poder sentir todo su cuerpo junto al mio. Necesitaba volver a tener ese sentimiento de placer que él provocaba dentro de mí. El no dijo nada y me alzó para así subirme arriba de la mesada de la cocina. Primero se deshizo de mi pequeño top que tenía. Bajó mis shorts rápidamente para comenzar a besarme de una manera muy desesperada. Se notaba que él también buscaba lo mismo que yo hace mucho tiempo, o eso creo. Sus manos que estaban en la mesa pasaron a estar en mis senos. Sacó el brasier que para él estorbaba y empezó a tocármelos lujuriosamente. Enrollé mis piernas en su cintura, pegando todo mi cuerpo junto al de él. Con mis manos comencé a acariciar su hermoso pecho descubierto y a la vez, fui bajando poco a poco y dejando besos en este. Estuvimos por varios minutos así hasta que llegó el momento en el que queríamos llegar a algo más.
Me baje de la mesada y estaba por arrodillarme a hacer mi trabajo en el pero este me detuvo.
-No. Quiero estar adentro tuyo. -serio, me sujetó de la cintura y me volteó, para así bajar mis bragas y entrar en mi-
Los movimientos suyos eran muy rudos y parecía que tenía mucha ira y enojo dentro de él. A mi no me importaba en lo absoluto, es más, esto hacía que me transmita a mi muchísimo más placer. Me encanta esta faceta posesiva de él, en la que él toma el control de la situación y yo debo seguir sus órdenes.
Pasamos por todas las posiciones posibles hasta que llegamos a nuestro orgasmo. Hacia mucho tiempo que no teníamos un buen sexo. Nos dirigimos a la habitación para así poder dormir. Él iba a dormir en bóxer y yo en ropa interior, no pensaba ponerme ropa para dormir. Nos acostábamos rápidamente para así poder descansar, estábamos muy agotados.
-Eres mi maldita droga T/N. Me encantas como no tienes idea -dijo acariciando mi trasero-
-reí ante su comentario- Tu también eres la mía Jeon. -dije para así voltearme y dormir-
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