¿Ahora si me amas? (Cameron Boyce y tu)

El primer dia

La alarma suena y me despierta. Salto de la cama. Hoy es el primer día de clase y tengo muchas ganas de ir.

Lo sé. Suena raro.

Me levanto y me empiezo a cambiar. Me miro en el espejo y sonrio. Me encanta lo que veo: una chica de quince años rubia de pelo ondulado y ojos verdes con muy buen cuerpo.

Lo sé. Que creída.

Pero es que, la razón de mi emoción es justo esto.

A ver, me explico.

Yo antes era gorda y todo el mundo se metía conmigo. Se reian de mi, nadie queria ser mi amigo y los populares siempre me fastidiaban todo. Este verano les conté a mis padres que ya estaba harta así que decidieron llevarme a un reformatorio donde me enseñaron a controlar lo que comía y a hacer mucho ejercicio. Y ¡bum! en tres meses he conseguido adelgazar veinte kilos.

Ahora tengo cuerpo de súper modelo. Vale, eso no es verdad. Tal vez halla exagerado un poquito.

Aún no le he dicho a nadie como soy ahora. Bueno, mi mejor amiga, Nat si que lo sabe pero no me ha visto. Quiero entrar hoy a clase y gritar: ¡Hey putos, ¿os acordais de mi? Soy de la que os reiais por ser gorda ¡Bien, pues ahora miradme!

Vale. Puede que no haga eso.

Pues entraré de un portazo para llamar la atención y luego gritaré: ¡Soy la exgorda!

Vale. Eso tampoco lo pienso hacer.

Lo más seguro es que simplemente entre y me siente en mi sitio intentando que nadie se fije en mi.

Si, eso es mas de mi estilo.

Me visto muy rápido y bajo corriendo a desayunar.

-¡Buenos días!-grito al entrar en la cocina.

-Genial...-murmura mi hermano, se llama Luke.-Ya está aquí la psicópata.

-¿No es un maravilloso día para empezar las clases?-pregunto llena de emoción.

-Haber, _______ , la gente normal odia el primer día de clase, ¿por qué no puedes ser una persona normal y odiar tu vida?-dice Luke, parece desesperado.- Eres una adolescente, debes ODIAR, eso hace la pubertad, no puedes repartir amor por todas partes.

-Eres un amargado,-digo haciendo un puchero.-y no quiero acabar como tú.

-Callaos ya los dos.-nos regaña mi madre.-Luke, déjala, solo está emocionada porque va a ver a sus amigos.

-No. Estoy emocionada porque ELLOS me van a ver a MI.

-¿Por qué?-pregunta mi hermanita, se llama Susan.-A mi me gustabas más antes; eras más achuchable y blandita.-dice con su típico tono de inocencia.

Es tan mona. Bueno, a ver, sólo tiene seis añitos.
Luke, en cambio, tiene trece y es un pesado.

-Venga, a clase.-grita mi madre.

Tenemos que ir al insti andando porque ella tiene que llevar a mi hermana al colegio y no puede llevarnos a nosotros. Hoy es el primer día de mi hermano, este es su primer año de insti. Yo, en cambio, ya llevo dos años yendo, este será mi tercero.

Cuando llegamos a la entrada todo está lleno de gente, nos dirigimos hacia secretaría, pedimos los horarios...lo normal.

Volvemos a salir fuera ya que hemos llegado pronto y aún queda un rato para que empizen las clases.

-¡¿_______?!-grita la inconfundible voz de mi mejor amiga.

-¡Nat!-grito y corro a abrazarla.

Es muy guapa, tiene el pelo negro liso y corto a la altura de los hombros, y los ojos verde esmeralda, como los míos.

-Valla, _______, estás... joder, estás... Guau.-dice y abre mucho los ojos.

-Gracias.-digo y suelto una risita.

-Cuando me dijiste que habías adelgazado creía que estabas de coña, pero, es que...Guau.-dice y vuelve a abrir mucho los ojos.

-Vale, para ya.-sonrio.

-A ver; soy chica y me van los tíos pero, diría que estás buena...muy buena...¿Tú que opinas Luke?

-Es mi hermana, no voy a decir que está buena.-dice poniendo los ojos en blanco.

-Pero seguro que lo piensas...-murmura Nat entrecerrando los ojos.

Me río ante su comentario.

Mi hermano nos mira con cara de "Estáis locas" y luego se va.

-¿Lista?-pregunta Nat en su tono más dulce y me agarra la mano.

-No estoy segura...

-Tranquila, yo estoy a tu lado.

Y dicho esto entramos a clase...Ay dios, la que me espera.