Seven days || Taekook/Kooktae.

03: Un respiro.

Jungkook salió del camerino de Taehyung y fue a sentarse en la mesa donde había estado con anterioridad. Completamente listo para aquella propuesta que lo obligaron a hacer, aunque en realidad no era lo que él quería. Pero no podía decepcionar a sus padres, no podía decepcionar a Sohee.

— Sohee... Te traje aquí porque tenía algo importante que decirte — dijo, mirándola a los ojos con una sonrisa forzada.

La fémina lo miró expectante, poniendo su bello rostro encima de la palma de su mano, con sus orbes puestos en Jungkook. Parecía saber lo que se avecinaba, y su expresión era de pura anticipación.

— Querida Lee Sohee, no hay palabras que puedan describir lo mucho que te amo — continuó Jungkook, su voz llena de sentimiento, aunque en realidad no sentía lo que decía. — Desde que te conocí, mi vida se ha vuelto más linda y más importante. Eres mi luz y la persona con quien quiero pasar el resto de mi vida.

Sohee sonrió, y sus ojos se iluminaron con felicidad. Jungkook podía ver la emoción en su rostro, y sabía que estaba a punto de recibir la respuesta que deseaba. Pero en realidad, Jungkook no quería casarse con Sohee, no quería pasar el resto de su vida con ella. Quería ser libre, quería ser él mismo.

— ¿Quieres casarte conmigo? — preguntó finalmente, su corazón latiendo con ansiedad, aunque en realidad no quería escuchar un sí.

Y entonces, Sohee respondió con una sonrisa radiante:

— ¡Sí, acepto totalmente! — dijo, y Jungkook sintió un peso en su corazón, sabiendo que había tomado una decisión que no era la correcta para él.

Jungkook sonrió ligeramente sin mostrar su dentadura y fue a palpar su bolsillo en dónde el anillo debería de estar. Pero sus ojos se abrieron como platos al descubrir que no estaba ahí la joya que había pasado de generación en generación. Entró en pánico, su corazón latiendo con ansiedad.

Sohee refunfuñó, su expresión cambiando de felicidad a irritación. — Tu padre tenía razón al decirme que eras un descuidado — dijo, cruzando los brazos.

— Sohee, yo traje el anillo, se tuvo que haber caído o algo — explicó Jungkook, tratando de calmarla.

Pero Sohee no estaba dispuesta a escuchar. — "Se tuvo que haber caído o algo" — hizo comillas con los dedos, su voz llena de sarcasmo. — Por Dios, Jungkook, ¿Crees que soy tonta? Te olvidaste el anillo y aún así tuviste la desfachatez de hacer perder mi tiempo.

Jungkook se sintió avergonzado, sabiendo que había cometido un error grave. — Lo siento, por favor, yo encontraré el anillo y te lo pediré como se debe, solo...

Pero Sohee no lo dejó terminar. — ¡Ya no quiero oír más! — gritó, levantándose de su silla. — Listo, esto se termina aquí, no quiero volver a verte en la vida.

Y con eso, Sohee se dio la vuelta y se fue, dejando a Jungkook solo y confundido.

Sohee se dirigió a la salida con enojo acumulado en cada parte de su ser, y Jungkook, tendido en el piso buscando la alhaja, terminó por sentarse en el mismo y suspirar con algo de alivio. La propuesta se había arruinado, pero no sentía tristeza por eso. De cierta manera, sentía que tenía un respiro, que su descuido le diera una oportunidad más de estar sin la presencia de Sohee, y por supuesto, de retrasar ese matrimonio.

Pero sus padres... ¿Qué les diría a ellos? Los dolores de cabeza volvieron repentinamente mientras se sentaba de nuevo en la mesa que había reservado desde hace meses solo para que el momento hubiera quedado arruinado y terminara pasando navidad solo.

Él simplemente podría intentar ubicar a Jimin y Yoongi, pero un rostro que había visto minutos antes lo sacó de sus pensamientos. El rostro de Taehyung, el cantante que había conocido en el camerino, apareció frente a él.