White Noise || ChanSoo [Terminada]

III

Kyungsoo mantenía una mano cubriendo su boca, pues a medida que recordaba la forma en la que Chanyeol se enredaba con sus pies al seguirle el baile no podía evitar sonreír. Si pensó que haber aprendido ese baile de un hombre americano había sido lo más loco en su vida, el sentirse bien manteniendo una distancia tan corta con un soldado del bando contrario era como brujería.

Algo debía de tener los medicamentos que le había dado o la comida que le regaló en las noches siguientes que se escabulleron para encontrarse. Si se lo preguntaba de manera frecuente estaba siendo muy estúpido.

—¿Un insecto te pico en el rostro? — Al mirar a su costado Suho le estaba inspeccionando con firmeza, bajo su mano y negó.

—Me está doliendo la quijada, ha de ser por las condiciones de porquería en la que nos están haciendo vivir.

—La verdad aquí me siento como un rico, al menos tenemos comida. Eso ni siquiera en los mejores días en mi hogar.

Suho abultó los labios, se acomodó de mejor manera en el suelo y luego de unos minutos en los que se mantuvieron en silencio decidió hablar.
—Me dijeron que el coronel Park te mando a buscar hace unos días, ¿qué quería? — Kyungsoo levanto los hombros.

—Ya sabes cómo son esos cerdos, comenzó a hablar de la importancia del orden. Tonterías del sur.

Los dos se miraron fijamente, Suho sabía que Kisoo era un hombre bastante inteligente así que confiando plenamente en sus palabras decidió dejar de lado el tema.

—Dicen que la primavera es más hermosa en el sur. — Suho se acostó por completo mientras miraba el techo de la pequeña cabaña improvisada.

—¿Cuánto tiempo crees que dure la guerra? Si no me hubiera atrapado ahora mismo estaría en el campo de batalla luchando por mi gente.

—¿Lo piensas de esa manera? Seguramente ya te habrían asesinado, no he sabido nada de mis amigos. No me haré falsas esperanzas, deben estar muertos. Sus cadáveres pudriéndose bajo el sol y el agua.

Kyungsoo miró hacia el costado, podía ver al coronel Park caminando con pulcritud. Sus manos en la espalda y un rostro serio, incluso para él parecía algo sacado de un sueño que ese hombre imponente fuera el mismo que reía como un niño pequeño en las noches.

Una sensación de felicidad se instauro en su cuerpo, se sentía único y prioritario. La guerra le había quitado muchas cosas, pero posiblemente el ser capturado y ser un prisionero de guerra no era en ese momento tan malo.

—Las cosas pasan por algo, tal vez ambos debíamos conocernos en este lugar.

—¿Me hablas a mí? —Suho preguntó, Kyungsoo mordió sus mejillas para no sonreír, miro a Suho y asintió aunque sus palabras realmente no eran dirigidas para él.