White Noise || ChanSoo [Terminada]

IX

Se despidió con la mano de sus padres, tenía esa terrible sensación de que algo muy importante iba a suceder. Luego de un largo entrenamiento para prestar su servicio militar obligatorio por fin lo iban a ubicar con su escuadrón, había escuchado muchas cosas terribles, pero en su tiempo de estadía se había encontrado con personas muy agradables.

—Park Chanyeol. — El alto se giró, le sonrió amistosamente a su amigo.

—¿Por qué me llamas de esa manera, Mingsoo?

—¿Has escuchado la leyenda de los militares que se enamoraron en la guerra? — Chanyeol se rasco la barbilla mientras caminaba por los pasillos del lugar. —Tú cara me hace pensar que no, bueno… puede ser una casualidad. Pero encontramos una foto viejísima. Y no vas a creerlo. Ustedes lucen idénticos

—¿Ustedes? — Preguntó Chanyeol frunciendo las cejas.

—Sí, sí. Tú y el chico nuevo.

Chanyeol negó con una sonrisa, Mingsoo rebusco en su bolsillo para mostrarle la foto al alto, pero al hacerlo se dio cuenta que el alto se había quedado mirando fijamente a alguien.

—¿Nos conocemos? — Cuestionó el bajo, sus grandes ojos le parecieron preciosos a Chanyeol.

—¡Chicos, llegó la primavera! — Gritó un nuevo recluta desde una esquina siendo regañado por un superior de inmediato.

—Tus ojos…— Chanyeol aclaro su garganta, estiro su mano acariciando la mejilla del bajo. —Yo, siento que te conozco. —Respondió en un susurro.

—Apareces con frecuencia en mis sueños.

—Tú en los míos.

Mingsoo miró la foto en su mano, el Coronel Chanyeol y el norcoreano Kisoo, luego a Chanyeol y al recién llegado Kyungsoo. Compartir nombre era una casualidad, pero que se vieran idénticos le parecía obra del destino.

—Chanyeol.

—Kyungsoo.

Los dos sonrieron, Chanyeol se sonrojo, alejó su mano y Kyungsoo solo río con su característica voz gruesa.

—Creo… que hablamos luego. — Mingsoo se apartó dejándoles algo de privacidad a los dos.

Chanyeol mordió su labio inferior, en silencio camino junto a Kyungsoo hasta la zona de armarería. Como si sus cuerpos fueran imanes, no tardaron en besarse tan pronto la puerta se cerró a sus espaldas. Los labios suaves de Kyungsoo fueron mordidos con necesidad por los de Chanyeol, ambos sabían que estaban rompiendo las reglas, pero a ninguno le importaba.

Chanyeol durante más de veinte años siempre había soñado con ese precioso hombre de labios en forma de corazón, y Kyungsoo siempre se despertaba llorando al ver como a su bello hombre lo mataban frente a sus ojos. Se sentía tan real, ambos se esperaron por años y como si fuese una promesa muda ninguno pudo estar con otra persona hasta ese momento.

Kyungsoo sentía en los huesos que por fin estaba completo, Chanyeol temblaba saboreando la saliva del bajo.

—Te espere. — Susurró Chanyeol contra los labios de Kyungsoo.

—Es raro…siento que por fin lo puedo decir.

—¿Qué cosa?

—Te amo, en este mundo podemos tener una oportunidad. —Kyungsoo frunció las cejas y río. —No sé porque eso es lo primero que llegó a mi mente al verte.

Chanyeol sollozo, atrajo contra su cuerpo el de Kyungsoo. Tarareo una ligera canción, como si sus almas lo recordaran iniciaron un lento y romántico baile.