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Crowley x Aziraphale y
otras parejas paralelas del multiverso Michael Sheen-David Tennant.
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1. Relatos independientes >> podéis leer en el orden que queráis o sólo las partes que más os interesen y no...
「Aziraphale visita el apartamento de Crowley para pasar un rato con él y, de paso, preguntarle sobre algunas dudas y curiosidades que le han estado asaltando últimamente, en relación con la vida del demonio antes de caer y de su identidad dentro del Cielo. Después de su conversación, Aziraphale le recuerda y hablan de sus emociones de una manera más profunda. Con sus confesiones, las cosas suben un poco de tono y el ángel decide atreverse a la intimidad física con Crowley después de todo.
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「¡Contenidos!--> au en el que Crowley era Raphael antes de caer, smut (duh), un poco de fluff, Aziraphale no le reconoce al principio, oral, son versátiles]
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"Una vez en el Cielo"
El sol comenzaba a ocultarse, y la luz levemente anaranjada se filtraba por las ventanas del piso, en el punto perfecto para llegar a todas aquellas plantas que aportaban verde al hogar del demonio. Crowley atravesó su cabello corto con los dedos, para darle forma , rociando tranquilamente sus hojas. Arrugó un poco el ceño al notar que la cima de su cabeza no se vería tan punzante hoy, y que sus mechones sólo caerían perezosamente sobre su frente. No tenía ningún plan, así que sólo sentía el tiempo pasar en calma, distrayéndose con cualquier cosa.
— Qué horror.— El pelirrojo gimió, en parte aliviado de que Aziraphale no le vería por hoy. Continuó rociando aquellas macetas y torció sus labios amenazadoramente a una de ellas con cierta vergüenza,a lo que esta inmediatamente se sacudió.— Deja de mirarme así, sé que se ve horrible. No voy a salir, déjame estar cómodo por un maldito día.
Pero el ángel, no tenía el mismo plan en su mente. Después de darle muchas vueltas, Aziraphale decidió cerrar la librería, decidido a ir a casa de Crowley. Llevaba días demasiado pensativo, intentando poner en orden los recuerdos en su mente y entre todo aquel caos, sabía que compartir un poco de tiempo con Crowley no le vendría mal. Incluso le llevaba vino.
Cuando estuvo frente a su puerta, tocó con suavidad con los nudillos, y esperó con sus manos tomadas atrás en su espalda. Esperaba no importunarle con aquella visita, después de todo, siempre era él quien iba a su casa, a veces podía poner de su propia parte para hacerlo también.
Crowley estaba tranquilo hasta que sintió la presencia del ángel en su entrada y entró en leve pánico. Un día. Un maldito día que no había pasado un rato frente al espejo para verse arrebatador frente al suave principado, que sencillamente tampoco notaba la diferencia, pues disfrutaba su compañía igualmente.ç
— Voy — Alargó sin mucho ánimo, para dejar aquel rociador en su mesa y balancearse hasta la puerta, que abrió después de tomar una bocanada de aire. Su expresión al abrir fue ciertamente cómica, fruncida en una especie de mueca,a la espera de algún comentario negativo, como si no fuese él el único en preocuparse tanto por el ligero peinado de su cabello.— Ni una palabra ángel, esto ha sido una visita traicionera.
