𝕽𝖊𝖘𝖕𝖔𝖓𝖘𝖔𝖗𝖎𝖚𝖒

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Junhui fue dado de alta del hospital, sin embargo, Minghao siguió enfermo y se tuvo que quedar más ya que sus síntomas no cedían y seguía vomitando a pesar de todo.

Eso preocupó al médium, pero ya sabía lo que tenía que hacer para que su amigo volviera a la normalidad... Tenía que ser liberado del demonio dentro de él.

Estaban de regreso a su casa y Wonwoo se decidió a acompañarlo, ya que no lo podía dejar solo, aparte de que tenía que explicarle lo que habían hablado con Joshua y Seokmin.

La situación del médium era delicada y ya no podía seguir así, eso sólo podía ir a peor y era peligroso si no hacían nada rápido, pero Wonwoo no sabía cuál era el momento indicado.

Llegaron a la casa de Junhui y tanto Wonwoo como el médium subieron al cuarto de este último. Jun tenía la venda en su cabeza y se preocupó de tener dos accidentes relacionados a esa anatomía de su cuerpo, tentando con sus dedos.

Aún no entendía que le había pasado, ni siquiera en el hospital cuando intentó tirarse de la azotea. Era un peligro para él mismo y para los demás, ya lo había demostrado.

Eso le preocupaba más que todo porque perder el control era uno de sus mayores miedos y el demonio que tenía adentro se estaba aprovechando de eso. Sabía que su posesión no era típica por su naturaleza de médium y eso lo asustaba más porque el demonio podía aprovecharse de él y de los que estaban a su alrededor.

Se sentó en la orilla de la cama y Wonwoo se puso a su lado. Jun había estado muy callado desde que lo encontró en la azotea y lucía cansado y devastado. Sus padres y hermano estaban preocupados, pero el joven no quiso hablar de eso con ellos, ni siquiera le podía explicar bien a Wonwoo sus acciones. Al menos ya sabían que no eran suyas y algo más lo controlaba.

El joven de gafas notó el gesto desolado y cansado de Jun y le puso una mano en el hombro, sacándolo de sus pensamientos.

—Duerme un poco, Jun, me encargaré de cuidar de ti —dijo con voz suave y el chico lo miró con las cejas bajas y ojos brillantes.

—Wonwoo, tengo miedo... —susurró, bajando su cabeza hasta que la dejó recargada en el hombro del otro chico—. Nunca me había pasado nada así, me siento tan vulnerable...

A Wonwoo no le gustaba ver a Jun así, tener que sufrir por sus dones era una cosa, pero eso estaba en otro nivel. Los demonios no eran fáciles de lidiar y ellos pocos sabían al respecto.

—Todo estará bien, Junnie, ya hemos pasado por muchas cosas, en especial tú, y siempre las has superado —le dijo, poniendo su cabeza sobre la del castaño, tratando de consolarlo. No quería que Jun tuviera miedo y estuviera embebido de energías y emociones negativas.

Quería contarle lo de Joshua, pero Junhui cerró sus ojos y pareció muy cansado de repente, así que Wonwoo lo tomó con gentileza para ayudarlo a moverse mejor dentro de la cama y recostarse junto a él, frente a frente, abrazándose.

Jun hundió su rostro en el pecho del otro chico y se concentró en escuchar los latidos de su corazón que eran tranquilizantes. Al menos Wonwoo estaba bien y a su lado, y sería su escudo siempre.

—Aquí estoy, Junnie —dijo Wonwoo, como si pudiera escuchar sus pensamientos y él cerró sus ojos, hundiéndose más en él.

—Aquí estoy, Junnie —dijo Wonwoo, como si pudiera escuchar sus pensamientos y él cerró sus ojos, hundiéndose más en él

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Dies Irae (WonHui/SeokSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora