Capítulo III

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Paso un año, y nada, nada había pasado. Estoy en noveno, ya con 15 años; me cambiaron de colegio, de nuevo.

Llega el fin de semana, es sábado y lo primero que pienso es:

-Dormiré hasta tarde.

Nadie que me levante, aire, oscuridad, sueño, combinación perfecta.

(...)

Me despierto, son los 11:00am, siento que no me puedo mover, pero igual hago el intento de buscar mi celular entre las sabanas o bajo de la almohada como de constumbre, pero nada, por más que intente. Hay un momento en el que puedes hacer un grandísimo esfuerzo, y te mueves pero de una forma lenta, como si tuvieras algo pesado encima.

Menos mal que mi celular estaba a mi lado y lo agarré, lo puse frente a mi ya que no podía moverme completa solo mi brazo, trate de desbloquearlo para que hubiera algo de luz, ya que en mi cuarto no hay ventanas, pero nada. Es más, cuando volví a mirar mi mano mi celular no estaba, o bueno, si pero era invisible igual que el lugar que ocupaba en mi mano; tenia algo agarrado, pero podía ver lo que estaba detrás de mi mano, era transparente.

Pude ver un gran círculo negro flotando al frente de mi cama, se movía de un lado a otro. De repente el aire acondicionado empezó a hacer un ruido que cada vez aumentaba más y más, como si fuera una bomba a punto de estallar.Era horrible, cada vez que el círculo se movía más, el ruido se hacia mas fuerte, así que simplemente cerré mis ojos y todo paró.

Sentí como alguien se sentó al lado de mi cama, pero permanecía con los ojos cerrados, así que en mi mente, así porqué si, apareció una imagen de mi sentada en cama, viéndome a mi misma. Cambiaba de color, como si fuera un televisor dañado y veía como sonreía, y le cambiaba el color de los ojos. Era horrible.

Como la otra vez, empecé a rezar, y de nuevo paro todo.

Me levante rápidamente y no sentía miedo, así que simplemente me volvi a dormir.

Pesadillas con los ojos abiertos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora