Capítulo IV

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Son las 1:00pm, ya despierta voy a sala, a buscar algo de comer.

-Buenos días -Saludo a todos.

Como de costumbre me tomo mi café con leche, y molesto a mi hermana. Ella es muy cobarde y suelo contarle estas experiencias para asustarla.

-Hoy me paso de nuevo la parálisis esa -Le dije

-Esta vez que te paso?

Le conté todo y me miro raro, también le conté a mi mamá y me dijo que era por ver muchas películas de terror. Siempre dice eso.

No le ponen mucha atención.

(...)

Al día siguiente no hubo nada fuera de lo normal.

Al pasar un semana pasa de nuevo.

Esta vez fue como a las 9:30am, desperté y vi que no podía moverme.

-Aquí vamos de nuevo -Me digo

Veía todo a mi alrededor, no vi nada extraño.

Apareció una sombra frente a mi, y cerré los ojos de inmediato. Algo se sentó a mi lado de nuevo, decidí no rezar para probar si podía salir de eso, sin tener la necesidad de hacerlo.

Siento que ya no hay nada a mi lado, y de repente algo me agarra por los píes, y me arrastra.

Me seguía arrastrando, no paraba; como si la cama no tuviera fin, sentí miedo, pero solo estaba hay, sin poder moverme o hablar, esperar que todo acabará sin tener que rezar, pero no, no paraba.

Después de un tiempo, en medio de la desesperación, empiezo a rezar y de una vez, me sueltan los píes, los dejan caer o mejor dicho, los tiran.

Me despierto confundida, no creo lo que paso. Suavemente me levanto de mi cama y miro todo a mi alrededor todavía atónita.

-¿Qué acabó de ocurrir?

Me di cuenta de que en mi caso, no puedo salir de eso si no es rezando.

Pesadillas con los ojos abiertos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora