Capítulo 1. El Primer Recuerdo

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Año 2009, 5:15 Pm. Salón B-7 Escuela de mujeres Jonko, Japón.


Habían pasado 2 días de la graduación de las de último año, muchas estaban emocionadas porque ya se graduaron, otras tristes porque no volveríamos a vernos. Yo en lo personal me sentía confundida, curiosa, ansiosa, triste... tenía todas las emociones revueltas y mi cabeza divagaba bastante.

Absorta en mi mente, veía fijamente lo que metía en la bolsa de color rojo oscuro, en las cintas de la bolsa colgaban dijes de hello kitty y doom. Metía libros, mi cinta azul de BJJ, algunas pesas... que no eran mias pero... me las merezco porque pago impuestos y mis cosas en general.

—¡NEM! ¡NEM! ¡Ven corre! Nos tomaremos una foto todas las de la clase— Exclamó Hana jalándome del brazo con rapidez, reí levemente dejándome llevar por su emoción.

En el aula de clases estaban las chicas dispersas, arreglándose el cabello o maquillándose con rubores sencillos, rimels y labiales.

—vamos... vamos... niñas, no tengo todo el día para fotografiarlas— Bostezo el profesor, Reo, quien estaba ya bastante aburrido de estar tanto tiempo parado fotografiando a sus alumnas. El acomodo, la cámara una vez más, todas corrieron para ponerse juntas y ahí en esa rapidez llegamos Hana y yo.

—¡YA ESTAMOS!— dijimos al unísono, nuestras compañeras hacían gestos con sus dedos y sus labios para la foto. Hice una sonrisa muy improvisada, no estaba preparada para la foto, el celaje de nuestro mili segundo de llegada se notó, la cámara disparó y nosotras salimos en medio de la foto, Hana con una gran sonrisa me abrazaba y recostaba su cabeza en mi brazo, yo sonreí súbitamente, pero con alegría. La foto instantánea cayó al suelo reflejando el primer y ultimo gran recuerdo de ese año escolar.

Reo decidió tomar otra porque salimos inesperadas, esa foto voló por la ventana saliendo de la escuela mientras el viento se la llevaba con fuerza en sus corrientes, los árboles de sakura ondeaban con las ventiscas delicadas y salvajes. En la calle unos hombres en sacos oscuros caminaban detrás de otro hombre que vestía informal, él se detuvo cuando vio como una foto cayó frente a él, hincándose, tomó la fotografía y la agito un poco al ver que estaba levemente oscura. Recién tomada, nota que son chicas de escuela y en medio de ellas hay una que no parece japonesa del todo, su cabello es pelirrojo y sus facciones son un poco más... dejo de ver la foto y volteo a ver de donde provenía, el viento le arrebata el recuerdo de sus manos y sin poder hacer nada sigue adelante.

—Tenemos que apurarnos— El hombre que iba de informal refunfuña con los hombres que iban detrás de él.

—¡Jefe!—todos obedecen ante la orden y caminan cerca de él para llegar a los autos.

Su altura prominente, y la manera en que la ropa le quedaba apretada, generaba curiosidad y suspiros a las mujeres que lo veían por la calle. Se subió al auto con los hombres y con las ventanas subiendo lentamente golpeo el techo en señal de "arranquen".

Las chicas en los dormitorios se despedían, algunas aún hacían la maleta, yo yacía sentada en mi cama mientras Hana pasaba su mano por la suya y sonreía en nostalgia.

—¿Me escribirán? Díganme que sí... volver a estados unidos con mis padres, será aburrido, las extrañaré tanto— Stephanie, una chica de intercambio, nos hablaba mientras abrazaba a Hana, yo solo las miraba con una sonrisa recostada sobre mis maletas pasándole las páginas a un comic de hellboy sin leerlas a fondo por ser respetuosa antes los comentarios de ellas.

—Por supuesto que lo haremos— Hana le devuelve el abrazo y ella me agita la mano, a lo que yo le devuelvo el adiós desde la cama. —Nemesis a qué hora te vas?-

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