Yakuza Love

Capítulo 6. Germinación

Habían pasado tres semanas desde que llegue a Takayama, hasta entonces he entrenado con mi padre todos los días. Había olvidado lo novata que soy cuando se pelea con un cinta negra, él me tomo de mi nube de gloria, que había construido arduamente mientras era estudiante en el internado Jonko, y me bajó, recordándome que un buen peleador nunca deja de aprender y entrenar.

Salía de casa dirigiéndome al patio trasero con una cajeta de madera llena de utensilios para jardinería, bolsas de semillas, entre cosas que puse en el suelo mientras me hincaba. Pero escuche el auto, sin moverme mi instinto y mi buena memoria auditiva me hacía suspirar al descubrir de quién era el auto. Mire de re ojo y mi padre salía con una bolsa negra por el patio de al frente, me levante y me asome curiosamente detrás de algunas cajetas viejas para ver hacia el portal.

Mire la bolsa y deduje rápidamente que estaba llena de cargamento ilegal, Bob me vio desde lejos mientras tomaba la bolsa y yo deje de curiosear tan rápido que mi espalda se quedó pegada al voltearme, las cajetas me ocultaron por unos segundos, hasta que se vinieron abajo.

Mientras esto sucedía, Dreimon bajaba del auto arreglándose el traje que al parecer siempre iba de gala, ¿Acaso nunca visten informal? Avergonzada por mi poca destreza en el sigilo, todos voltean a verme incluyéndolo a él, quería ser una planta en ese momento y pasar desapercibida.

—Sr. Éter— exclama Dreimon haciendo una inclinación de respeto para voltear a ver la bolsa que es llevada al auto.

Adam hace una inclinación no tan baja y dialogan unos segundos sobre el cargamento, mi audición fallo así que perdí el hilo si mi deducción era cierta.

—¿No me invitará a tomar un poco de té?— Dijo Dreimon viendo a Adam, sus guardaespaldas, Kazuto y Bob voltean a verse confundidos, pues en los negocios él nunca propone dialogar ni hacer vida social a menos que se lo propongan a él.

Mi padre intentaba llevar sus negocios lejos de mí, incluyendo a los hombres que lo rodean, pero sintió la presión y pensó que rechazar esto sería demasiado peligroso, con normalidad abrió más el portal y los invito a pasar.

Dreimon y sus guardaespaldas principales entraron con el mientras subían las escaleras del pórtico, yo ponía las cajetas con tanta lentitud, dejando en evidencia que soy toda una chismosa, Dreimon me mira y nuestros ojos chocan en un momento, volteo la mirada y me adentro al patio trasero nuevamente.

Dreimon se sentó en el suelo sobre los cojines, sin los zapatos puestos y sus dos guardaespaldas estaban de pie tras él, decidí no trabajar en mis planes de hoy, pues estaba justo al frente del patio trasero viendo todo lo que hacía, padre se fue dentro a buscar el té y las tazas. Me quité los zapatos plásticos y descalza caminé frente a él.

—Espero y no demore mucho sir Dreimon, pues tengo cosas que hacer— mire el jardín y en burla con susurros lo mire, a lo que él solo sonríe sacando una cajeta de cigarros.

—Pues hágalas, realmente mi motivo por estar sentado aquí es para verla a usted.

Cuando dijo eso apreté mi overol estilo jean y mi cara se puso tan roja como un tomate como si dé fiebre habláramos.

Mi padre aparece con la bandeja y con seriedad pone las cosas en la mesita sentándose frente a Dreimon yo me metí a la casa para buscar un libro, mi corazón latía tan fuerte y cuando salí pase rápido aferrándome al abrazado libro. Me coloqué las botas, me adentré al mini bosque jardín que había detrás y me fui tan lejos hasta el gazebo sentándome y abriendo el libro para disimular que no escuchaba nada.

Un silencio retumbaba esa mesa, solo se escuchaba el cómo mi padre servía el té y Dreimon prendía su cigarro.

—Le recomiendo que no encienda eso en presencia de mi hija, ella no tolera el olor a la nicotina— afirma mi padre sin mirar a Dreimon y ponerle la taza a lo que Dreimon le sirve, el té de él tras guardar el cigarrillo en su cajeta.