Capítulo 4. Destino

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El ondear del viento sucumbía por los arbustos, árboles y cualquier ramificación que estuviera atada a la madre naturaleza, Takayama, rodeado de paz y tranquilidad.

Esa paz incluso maquillaba los negocios ilícitos de ciertas unidades que pisaban sus hermosas tierras. ¿Acaso todas las personas tienen un lado malo? Pues inclusive el alma más pura podría llegar a sentir curiosidad por la perdición de la vida. Quitad la mirada de aquellas almas, pues solo mancharéis mis ojos, ¡No! No quitéis la mirada, pues quien teme lo que no puede comprender vivirá ciego para siempre.

Me había quedado dormida, la casa estaba vacía, sobre la mesita principal estaba el desayuno con una nota; Te levanté, pero estabas profunda, te he hecho hotcakes con anguila, un poco pesado para el desayuno, pero sé que es tu favorito. Refute al ver como intento comprar la paz con la comida, él sabía que quería acompañarlo, pero una idea vino a mi mente, comí tan rápido como pude y me vestí antes de que mi cuerpo se sentara sobre una bicicleta que haría entrenar mis fuertes piernas desde temprano. En el andar me perdía viendo el cielo, es tan hermoso ¿Por qué los humanos hemos olvidado mirar arriba? Pensé al bajar la mirada y ver un campo no tan grande de cosechas de trigo, una mujer mayor me voltea y yo la saludo con un "Buenos días" a lo que ella con una gran sonrisa devuelve el gesto.

Seguía hasta llegar un poco más al pueblo y sacar mi mapa, buscaba la zona céntrica que estaba más concurrida por los turistas, es más moderno. Pase por las líneas de Peatones en bicicleta y un auto casi me arrolla, freno justo frente a mi pierna y lo primero que hice fue ver que la luz estaba en verde para los peatones, a lo que bajo de la bicicleta enojada y los lugareños murmuran preocupados si estoy bien.

De la camioneta negra el hombre del volante baja con un aura de malo y lentes negros.

—Señor— afirmaba bob desde el interior del copiloto del auto y en el fondo Dreimon Wolf.

Bob se quita los lentes al ver quién era la mujer que casi atropellan.

—¡Oh! ¡No no no conmigo no funcionará esa pinta de malo! Mirad la luz— Señale con mi uña larga y pintada de rosa con brillitos. —Casi matan a un peatón que seguía las reglas de seguridad, ¿estás ciego? Quítate esos lentes mientras manejas— hacía los gestos a flor de mi enojo, realmente era cómico.

—Señorita, deje el escándalo, no le paso nada, no le busque la quinta pata al gato— afirmaba el hombre que bajo del volante y trataba de tranquilizarme.

—¡Ah! Pero si me hubiera pasado algo, entonces no tendría el don divino de hablar y quejarme— alce las manos al cielo para que dios me apoyara contra este tipo —Y de seguro ya estaría yendo al hospital muerta... sin siquiera haber dado mi primer beso, entiendes eso grandullón!?— hice un gesto de tristeza a lo que en las últimas palabras fui dura mirándolo a los ojos.

—No puedo creer que sea ella...— susurro bob que iba a bajar del auto, pero la mano fría y grande de su jefe lo detiene, bob entiende y llama a Kazuto que estaba fuera.

—Discúlpate y ya— Kazuto se aleja de la ventana asintiendo

La leve sonrisa en su rostro se desviaba mirando fijamente a esa chica que por algún motivo estaba en todas partes.

—Quiero que la investigues, no es normal que este siempre donde estamos nosotros— susurro Dreimon

—Si señor

—¡Señorita! Lo siento mucho, tendré más cuidado la próxima vez— Kazuto ve que estoy remangando mis mangas a lo que bob, ve esto y lo llama, Kazuto corre al auto y yo tomo mi bicicleta haciéndome a un lado viendo como se van, ondeo mi cabeza de un lado a otro enojada —Tsk, corruptos—

Yakuza LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora