Capitulo 3

712 65 12
                                    


"Está vez, permíteme ir al campo de batalla como un mago. Demostraré que puedo ser una buena ayuda. Por favor confía en mí. Te prometo que no te arrepentirás de haber tomado esta desición".

Mire solemnemente a Abel, con la esperanza de transmitir mí suplicante sinceridad. Está era mí única oportunidad.

"..."

Abel dirigió una mirada alarmante hacia Jero. El hombre había estado parado al lado de la silla por un tiempo. Por una fracción de segundo, la atmósfera estuvo tan silenciosa que incluso se escuchó caer un alfiler en la espaciosa habitación.

Eche un vistazo furtivo a su expresión. Esto fue realmente estresante. Esperaba que lo que dije no saliera mal. La pasó por mí mente, que de alguna manera lo había ofendido. No había sido mí intención sonar orgullosa y esperaba que no me echara. Si el no me dijera: "¡Qué tipo de idea sin sentido me estás diciendo! ¡¿Un niño tan arrogante cómo tú?!" No creo que sea capaz de comprenderlo.

Sin embargo, Abel soltó una pequeña risa. Inesperadamente, luego se rió fuerte. Un fuerte gruñido se convirtió en eructo. El sonido de su alegría resonando en la espaciosa habitación, mientras se inclinaba y sostenía su cabeza entre sus manos.

"Muy bien, eso es lo más divertido que he escuchado últimamente. Este lindo niño. Hmm, no es una mala idea"

¿Lindo? ¿qué quieres decir con 'lindo'? Además, no había sido mí intención ser graciosa... Con respecto con mí sugerencia, realmente lo había dicho en serio.

Abel siguió hablando. "Te daré una oportunidad con esa recompensa. Veamos cómo demuestras tu valía"

Lo miré. Su rostro se llenó de una sonrisa sospechosa. Era como la de un depredador. Una leve sonrisa, omniciente de los siguientes eventos que ocurriría. Aún así, tuve la suerte de que la respuesta de que recibí fue más favorable de lo que esperaba.

"Sin embargo, si mueres, no seré responsable, chico".

¡Puaj! ¡Sabía que algo estaba mal! Esa sonrisa, quería borrarla. ¿Podría retactarme de mis palabras? Esa amabilidad falsa es pura mierda.

Por mucho que quisiera replicar con indignación, me obligué a parecer indiferente y no afectada por su actitud. Con un frente tranquilo, respondí. "Gracias, por su generosidad".

Abel se dio la vuelta sin dudarlo. "Jeron, dale una habitación a este chico".

Jeron, quien dio un suspiro de alivio, respondió rápidamente. "Si entiendo".

Pude ver por su reacción, la personalidad de Jeron era mucho más amistosa e indulgente que la de Abel. Sonrió suavemente cuando me miro a los ojos. Era la primera expresión amistosa que recibía, después de llegar a este mundo.

"Sígueme, lady Fiona". Hizo un gesto hacia mí.

Estaba impresionada. Se acordó de mí nombre. Sorprendido por la amabilidad, no pude evitar recordad a Abel, quien solo había usado palabras descortés y groseras al dirigirse a mí. "Este niño" y "ese niño lindo".

Mientras lo seguí, mis ojos se clavaron en la espalda de Jeron. Está era mí meta, mí nuevo comienzo. Una vida donde pudiera cambiar mí destino y evitar mis banderas de muerte.  Los largos parecían interminable. El castillo de Helion, en comparación con el del  Duque, era una monstruosidad. Los grandes arcos en las torres y los techos altisimos, después de un tiempo, finalmente llegamos a la habitación que me había asignado.

"Por favor, úsalo por el momento". Jeron me asintió, indicándome que entrara.

Estaba anodadado. La habitación era incleiblemente espaciosa y acogedora en comparación con el ático en el que solía vivir, en la mansión Green. No esperaba una habitación decente, y mucho menos un dormitorio tan lujoso. Especialmente considerando que me habían tratado con frialdad.

Me convertí en la esposa del protagonista masculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora