Me convertí en la esposa del protagonista masculino

Capítulo 25

Abel me dio la carta enviada por la familia Green, pero al parecer, no era el destinatario. Me di cuenta de que era por el contenido inesperado de la carta.

'¿La confirmación de mi muerte?'

La carta contenía la premisa de que yo había muerto. Lo esencial era que, en ese momento, mi padre el Conde Green, se encontraba en estado criticó. Debido a eso, la familia tuvo que lidiar con los asuntos de la herencia y le pidieron a Heilon que enviara un documento que confirmara mi muerte, el pariente consanguíneo de la familia Green.

"Parece que ni siquiera creen qué este viva en primer lugar".

Me despreciaban tanto que me mandaron a la calle porque querían que me muriera hace cinco años. Estaba claro que se habían olvidado de mí y solo se acordaron cuando llegó el momento de tratar el tema de la herencia.

Qué familia tan consistente.

Casualmente arrojé la carta al escritorio.

Para ser honesta, ni siquiera estaba interesada en la herencia de los Green. Así que no tuve que ir, ya que no tenía nada que hacer allí, y no tenía la obligación de verlo en su lecho de muerte. Sin embargo, cuando Abel me dijo que viviera haciendo lo que yo quería hacer, hubo algo que salió de mi mente.

"¿No sería molesto para ellos cuando descubrieran que la persona que querían que muriera todavía esta viva?"

Se han esforzado mucho por deshacerse de mi. Realmente pensaron que me había ido para siempre. Sin embargo, debido a que todavía estaba en el registro familiar de Green, necesitaban la confirmación de mi muerte. Si la familia Green supiera que todavía estoy viva... Entonces definitivamente daría algo de revuelo.

Tal vez sería mejor firmar primero el memorándum de renuncia a la herencia.

Abel dijo que estaba bien vengarse de la familia Green, pero yo no quería. No motivado sería más preciso. No quería volcar mis emociones en lo que sucedió hace cinco años. No merecía mi atención. Además, destruir a la familia donde nací era en realidad escupirme en la cara. Incluso si quisiera, no podría matarlos ya que eran nobles. Un intento de matar o herir gravemente a nobles era un delito grave. La única manera era meterlos en la cárcel, lo que podría afectarme negativamente. De todos modos, todos los caminos también necesitaban demasiado trabajo, así que para mí, que no tenía motivación, la única forma de terminar todo de manera pacífica y fácil es firmar una renuncia.

Para hacer eso, primero tuve que volver a casa. Además, quería echar un vistazo al menos una vez. Durante cinco años, había estado atrapada en Heilon con solo nieve por todas partes. La mayor ventaja de este lugar era que podíamos ganar todo el dinero que quisiéramos siempre y cuando tuviéramos la capacidad, pero sería muy agotador después de hacer el trabajo después de años. Ahora que había ahorrado todo el dinero que necesitaba, y que además era un adulto decente, todos los factores que podían limitar mis acciones habían desaparecido. 

"Fiona, ¿estás ahí?"

Alguien llamó a mi puerta. Era una voz familiar. Así que la abrí y descubrí que Sigren estaba parado frente a mi puerta.

"Sigren, entra".

Sigren se estremeció ante mis palabras y sacudió la cabeza ligeramente.

"No importa. Hablaré contigo desde aquí".

Sigren y yo éramos tan cercanos que nos gustaba hablar juntos en la cama hace unos años. Pero en estos días, debido a que crecimos, a menudo actuaba torpemente de esta manera.

"¿Qué te ha traído hasta aquí?"

"He oído hablar por parte de Abel".

"Debería decirle maestro".

"..."

Sigren puso una expresión de disgusto en su rostro.

Fue un poco divertido, pero también fue un poco duro. No tenía que rechazarlo rotundamente.

"Te... El maestro dijo que podrías irte pronto".

"Probablemente".

"¿A dónde vas?"

"Bueno, en primer lugar, recibí una carta que dice que mi padre está en estado crítico, así que iré a la capital".

El Conde Green era un noble de la capital, por lo que su mansión estaba en la capital.

Sigren se detuvo un momento.

"Incluso la persona que te abandonó, todavía lo consideras tu padre".

Bueno, realmente fue así. Para decirlo sin rodeos, era porque no había un nombre propio para llamarlo.

"Entonces, ¿volverás después de verlo en su lecho de muerte?"

"No, quiero echar un vistazo a la capital".

"Correcto. Llevas años en Heilon, es una buena idea. Entonces, ¿cuándo volverás?"

Entonces me di cuenta de que Sigren podría malinterpretar algo.

"Sigren, en este momento, no tengo la intención de volver".

"¿De qué estas hablando?", pregunto Sigren de inmediato.

"No tengo intención de volver".

"¿Por qué?"

Por alguna razón, parecía que las preguntas y las respuestas daban vueltas en el mismo lugar.

"¿Hay alguna razón para estar aquí ahora?"

Eso fue todo.

Sigren y yo fuimos buenos amigos durante cinco años, y a veces lo protegía. En este momento, con el comienzo de la novela original acercándose, era poco lo que podía hacer por él. En el futuro, Sigren sería reconocido como el príncipe oficial y también conocería a Yunice. En otras palabras, todo lo que le quedaba por hacer a Sigren ahora era llevar una vida perfecta. Una vida feliz con riqueza, fama, poder y una amante encantadora, como prometí hace años.