Secretos...

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— ¿¡C-Como que no puedes hacer nada Gaius?! —grito Arthur con desesperación. 

—La herida es d-demasiado profunda, la quemadura... no creo que pueda ser sanada, ni siquiera con tiempo... —explico apenado Gaius, intentando aguantar las lagrimas. 

—T-tiene que haber algo... por favor te lo ruego Gaius... e-el es el padre de mis hijos... no puede morir, no puedes dejarlo morir... 

—No tengo nada para curarlo... —Se escucho como Arthur comenzaba a romper en llanto— Nada dentro de lo... de lo legal 

Ante lo mencionado, levante la cabeza confundido, pero de pronto entendí lo que trato de decir 

—¿Me e-estas diciendo que use magia?   ¡Gaius, la maldita magia puso al padre de mis hijos así! 

Un silencio se desato en la cámaras de Gaius mientras mis lagrimas corrían por ellas... la magia es la única culpable del que mi... mi Merlin este así... 

—Señor... la magia no es buena ni mala... puede ser usado como para el bien o el mal... al igual que una espada, que puede ser usado para matar o para defenderse... 

Me quede en silencio viéndolo, para luego ver a Merlin, el cual sus respiraciones eran cada vez más lentas y pausadas, el tiempo se me acababa y eso estaba más que claro  

—Tu... tu la usaras 

—Si es lo que desea 

—Bien... solo sálvelo... —El corazón me latía con fuerza, una mezcla de desesperación y esperanza se apoderaba de mí mientras observaba a Gaius trabajar con concentración. Mi mente estaba llena de recuerdos de los momentos compartidos con Merlin, los momentos de risas y complicidad que ahora parecían tan lejanos.

Gaius murmuraba palabras antiguas, moviendo sus manos sobre el cuerpo maltrecho de Merlin. Mis manos temblaban de impotencia, deseando poder hacer algo más para ayudar, pero sabía que solo Gaius tenía el conocimiento necesario para intentar salvar a Merlin.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver el rostro pálido y lleno de dolor de mi... mi amor. "Por favor, por favor, déjalo vivir", susurraba en mi mente, una súplica desesperada dirigida a cualquier fuerza que pudiera escucharme.

Los minutos se hicieron eternos mientras Gaius continuaba su labor. Cada segundo que pasaba, el miedo a perder a Merlin se hacía más grande en mi pecho. "¡No puedo perderlo, no puedo!", mi voz interna gritaba con desesperación, pero mis labios permanecían sellados por el miedo y la incertidumbre.

Finalmente, Gaius se apartó, su expresión grave y cansada. Mis ojos se encontraron con los suyos, buscando desesperadamente una señal de esperanza.

—¿Lo lograste?", pregunté con voz temblorosa, apenas capaz de contener la esperanza que amenazaba con desbordarse.

Gaius asintió lentamente, un destello de alivio cruzando sus ojos cansados.
—Por ahora, está estable, —anunció con cautela. Un suspiro de alivio escapó de mis labios, el peso de la angustia levantándose ligeramente de mis hombros.

Corrí hacia Merlin, arrodillándome a su lado y tomando su mano con delicadeza. Su respiración era aún débil, pero el hecho de que siguiera respirando era suficiente para darme esperanza. 

—Vas a estar bien—, susurré, mis palabras llenas de determinación y amor.

Y mientras permanecía allí, junto a Merlin, prometí hacer todo lo que estuviera en mi poder para protegerlo, incluso si eso significaba enfrentarme al mundo entero.  Y no permitiría que nada ni nadie le arrebatara la vida que tanto merecía.

De pronto senti como alguien ingresaba por la puerta, sin pensarlo dirigi mi mirada hacia el ruido y mis puños se cerraron con rabia al ver entrar a Morgana en la habitación. Su presencia solo avivaba las llamas de mi enfado, ya que la conexión entre ella y Morgause era innegable. Levanté la mirada hacia Morgana, y nuestros ojos se encontraron en un silencioso enfrentamiento.

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⏰ Última actualización: Mar 07 ⏰

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