El bosque de las flores

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Al pasar los días, el zorro y el dragón se volvieron buenos amigos, a pesar que en varias ocasiones, Wei Ying le sacaba canas verdes al tío Qiren por desobedecer las reglas. Una de las actividades favoritas del zorro era visitar los conejos que tenía el dragón, todos ellos se situaban un poco alejados del Receso de Nubes para no molestar a los discípulos, sobre todo a Lan Qiren. Todos los días, Wei Wuxian amaba alimentarlos con lechuga y zanahorias, aunque en varias ocasiones las bolas peludas huían de él porque era algo brusco. El dragón por su cuenta, cuando terminaba con sus miles de deberes, llegaba aquella zona y disfrutaba ver a los conejos brincar por todos lados, sobre todo observar al zorro quien corría de un lado a otro con ellos.

Lan Wangji intentó crear un lugar apropiado para el zorro, aunque tarde o temprano Wei Wuxian iba irse. Por las tardes tomaban asiento dentro del jinghsi para comer y beber té, el dragón creó un sitio oculto en la residencia para esconder licor para que el zorro pudiese beber todo lo que quisiera. Una tarde mientras tocaban sus instrumentos musicales antes de dormir, el dragón se detuvo y observó fijamente al zorro.

—Mañana debemos comenzar con la investigación. –

Mencionó el dragon.

Wei Wuxian dejó su flauta a un lado y con una gran sonrisa le respondió al segundo dragón de jade.

—¡Por supuesto! Estoy ansioso de comenzar nuestra aventura, Lan Zhan. –

A la mañana siguiente, llegaron a la ciudad de Caiyi, un lugar al que Wei Ying solía visitar seguido cuando era un adolescente junto con sus amigos. Ese lugar representaba la diversión, locura y desenfreno total. Ambos llevaban túnicas normales, sin sus extremidades de criaturas para pasar desapercibidos. Lan Wangji caminaba firme e iba directamente hacia su objetivo: buscar algunos cazadores para hacerles unas cuantas preguntas.

—¿A dónde vamos primero? –

Preguntó Wei Ying.

El dragón iba responder su pregunta, pero el zorro se emocionó al ver un bar.

—¡Vamos ahí! –

Lan Wangji negó con su rostro, no visitaría un sitio de mala muerte, aunque al final fue arrastrado por el zorro. Ambos tomaron asiento en una mesa libre y Wei Wuxian pidió licor, aunque el dragón se conformó con una taza de té de jazmín. El mesero fue rápido con la orden y entregó el pedido en la mesa, luego Wei Ying lo detuvo con una sonrisa.

—¡Buenas tardes buen hombre! Nosotros somos cultivadores y estamos ansiosos de nuevas aventuras. Dígame, ¿Ha ocurrido algo extraordinario por estos rumbos? Hemos escuchado rumores sobre algunos cazadores que se han aliado con los Wen... ¿Usted sabe algo al respecto? –

El hombre se puso nervioso y tomó asiento junto con los hombres, Wei Ying dejó algo de dinero en la mesa como señal de que pagará por obtener información. El mesero agarró el objeto de valor y lo guardó en sus túnicas mientras observaba a ambos.

—Existe el rumor de que los cazadores están dispuestos a cazar a todas las criaturas y obtener buenas ganancias por ellos, los Wen decidieron aliarse con ellos, pero no tienen buenas intenciones. –

Wei Ying escuchó con atención el hombre y se quedó pensativo por un momento.

—¿Por qué se aliaron con ellos? –

Preguntó Wei Ying.

—No lo sé, dicen que los Wen quieren deshacerse de las criaturas porque son una amenaza. De hecho, hace días, algunos cazadores han estado en la ciudad para distraerse un poco. –

El hombre giró su cabeza y ambos observaron a unos cazadores bebiendo licor, el mesero se retiró del lugar y Wei Ying bebió hasta terminar una botella de alcohol.