Capítulo 1: El inicio del infierno

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—¡El desayuno está listo, bajen de una vez! —gritó la peliblanca con mechones rojizos.

—Ya voy, no estés gritando desde temprano —contestó el menor claramente irritado.

—Lo hago para que no se les haga tarde, Natsuo —aclaró la mayor tomando de su café.

—Eso dile al impuntual de Touya, no se como su jefe le aguanta —respondió comiéndose una tostada.

—Es porque a mi jefecito le caigo bien, obviamente —entró en la sala un pelinegro con un semblante juguetón.

—Solo di que te lo andas ligando, no necesitas decir mentiras —susurró Natsuo.

—Para tu información, yo no soy tan fácil como crees, hermanito —dijo Touya con una sonrisa socarrona—. Además Tomura no accedería de todas formas.

—Entonces, ¿está soltero? —preguntó con curiosidad el menor.

—¿Acaso te importa? —contestó de forma sarcástica, claramente disgustado.

—Porque, ¿celoso? —dijo burlón el de cabello blanco.

—¡Tú, pequeño pedazo de mier...! —fue interrupido por unos pasos bajando las escaleras.

Los tres hermanos voltearon encontrándose con el Todoroki menor. Vestía su nuevo uniforme y estaba más que presentable.

—Buen día, ¿Que hay de desayunar? —preguntó en bicolor.

—Awww, Shoto— Fuyumi se acerco abrazando al menor con dulzura—. Te ves tan adorable con tu uniforme.

—Haz crecido enano, suerte en tu nueva escuela —le acarició el cabello Touya.

—Ya déjenlo comer o llegara tarde —contesto vagamente Natsuo tomando su té.

Fuyumi lo dejó y el menor por fin pudo comer su desayuno. Se encontraba algo nervioso, ya que no conocía a nadie en su nueva escuela. Todos comían con tranquilidad hasta que Shoto miro su celular.

—Hey, chicos —soltó el menor de los cuatro, los demás voltearon en su dirección—. Mi primera clase comienza en 15 minutos.

—Iré a encender el auto —mencionó Touya dejando su desayuno y parándose a una velocidad luz, siendo acompañado por los demás.

Los estudiantes entraban tranquilamente a la institución educativa, hasta que un auto rojo se estacionó de manera brusca cerca de la entrada estudiantil, llamando la atención de los presentes.

La puerta se abrió, dejando a un chico de cabello rojo y blanco bajando con cierto temor del auto.

—Que tengas un buen día Shoto —se despidió el pelinegro que andaba en el asiento de conductor.

—¡Tarado, casi atropellas a una anciana! —exclamó Natsuo exaltado.

—Nah, de seguro esta bien..—mencionó Touya sin dándole importancia.

—Bien muerta, la próxima conduzco yo, idio...

—¡Hasta luego Shoto, te recogemos a las 3, suerte! —interrupió Fuyumi y subió la ventanilla para finalmente arrancar, escuchándose los gritos de Touya y Natsuo de fondo.

Shoto volteo rumbo a clases, sin dejar de sentirse observado al tener las miradas sobre él.

Unos golpes en la puerta interrumpieron la clase. Shoto había llegado 5 minutos tarde.

—Buenos días, ¿Este es el salón 306? —preguntó Todoroki al pelinegro que le abrió la puerta.

—Eres el nuevo, ¿no? —preguntó el adulto con un semblante serio, a lo cual el menor asintió —.Llegas tarde —habló el maestro, dándole paso a Shoto.

Corazón herido [Bakutodo/Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora