Corazón herido [Bakutodo/Bakudeku]

Capítulo 6: "Un golpe de realidad"

Había pasado el fin de semana y los estudiantes regresaban a sus clases habituales, excepto un rubio cenizo, que se encontraba tirado en su cama mientras la alarma sonaba.

—¡Bakugou, por una mierda, apaga esa alarma! —gritó una exasperada rubia mientras entraba al cuarto del menor.

Al entrar el ambiente era deplorable, habían bolitas se papel tiradas por todos lados, las cortinas se encontraban cerradas, lo cual impedía que el mínimo rayo de sol entrará.

Se acerco lentamente a la cama y pudo ver a Bakugou siendo lo más semejante a un alma en pena.

—Cariño, ¿te encuentras bien? —tocó su frente—. ¡Carajo, estas hirviendo!

—Vieja... Creo que hoy... No podré ir a la escuela... —balbuceo sin fuerzas.

—Llamaré a mi jefe, le diré que hoy no podré asistir al trabajo —tomó su celular y marcó.

—No, ma... Solo déjame unas pastillas y...

—Me quedaré a cuidarte y esa es mi última palabra —sin más salió del cuarto.

—Puta madre...

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Narra Shoto

Miraba a través de la ventana a las personas transitar, cada uno era un mundo diferente, y eso era fascinante. Las hojas de los árboles comenzaban a caer, dando paso al otoño, mi época favorita del año.

El auto dejó de moverse, ya habíamos llegado a la escuela. Me quite los audífonos y los guarde en mi mochila, mire mi celular pero no había ninguna notificación.

Le habia mandado un mensaje a Bakugou antes de salir de casa, pero aun no me contesta, lo cual me parecio extraño ya que el suele responder de inmediato.

—Y bien, ¿no planeas bajarte? —me preguntó volveandome a ver.

—Ah, sí —respondí volviendo a la realidad—. Hasta luego, Touya.

—Salúdame al engreído de tu amigo —se burló arrancando el carro y desapareciendo de mi vista.

Me adentré a los pasillos de la escuela, revisando si me llegaba un mensaje de cierto pelirubio, pero nada.

Que raro

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—Esa fue la clase de hoy, mañana traigan la tarea pendiente y no se olviden de buscar un tema libre para el trabajo de fin de curso —se despidió el maestro Aizawa y todos se levantaron de sus asientos para dirigirse a la cafetería, incluyéndome.

Bakugou me había mandado un mensaje hace unos minutos, le había dado fiebre y su madre se quedo en casa a cuidarlo.

Eso significa que voy a tener que comer solo hoy.

—¡Oh, pero si es Todoroki Shoto! —exclamó una voz femenina con cierto sarcasmo.

Okey, creo que ni comer voy a poder.

—Yaoyorozu... ¿Como te encuentras hoy? —le respondí siendo lo más amigable que mi cuerpo pueda ser.

—En comparación de la ultima vez que nos encontramos, bien —sonrió con superioridad.

—Vemos que Bakugou no está contigo, ¿finalmente se aburrió de ti y te dejo solo? —incriminó Ashido burlándose con sus demás amigos.

—En realidad le dio fiebre y no pudo asistir —aclaré.