capítulo 2

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Algún lugar lejano de los edificios, las casas bien proporcionadas y los centros comerciales a las cinco de la mañana se encontraba un chico de cabello ceniza despertando se sus sueños, un dulce sueño ya que esos días no hacia mas que trabajar y trabajar, pero hoy podía darse el lujo de salir temprano de su trabajo ya que los viernes solo iba medio tiempo.

Apartó las cortinas viejas para abrir su ventana y sentir el sol de madrugada, otras personas odiarían levantarse tan temprano pero el no, a el le encantaba hacerlo porque sentía una paz que solo podía invadir su cuerpo a esas horas de la mañana. Camino en el pequeño departamento hasta la cocina pero en su trayectoria se encontraba con zapatos, botellas de licor y ropa que ni siquiera conocía por lo que sabia que su madre había llegado y no sola entonces se detuvo para ver en el cuarto donde dormía ella y al asomarse se encontró a un hombre vistiéndose y su madre aun durmiendo postrada en cama.

A el no le soprendia viniendo ella, a veces traía hombres a la casa así que a verlo encontrado en su casa no era novedad, aquel hombre noto su presencia y le dirigió una mirada algo extraña, salio del cuarto de su madre y le hablo.

-has visto mi suéter?-aun así le sorprendia la serenidad de los extraños que traía a casa.

-S-si, esta por ahí.

El chico señalo al pequeño pasillo un suéter color azul que estaba tirado en el suelo sucio, el hombre miro hacia la dirección que le decía el chico y agarro su suéter para colocárselo y salir de ahí.

-Aquí tienes, dale este dinero a ella, creo que no se levantara por ahora.

Y así salio de la puerta, el joven veía ese fajo de billetes que ni siquiera lograba agarrarlo con una mano, simplemente estaba sorprendido por cuanto dinero podía ganar por cojer una noche. Dejo el dinero en la mesa donde estaba el antiguo televisor y se coloco a desayunar lo más rápido posible, llevaría a su pequeña hermana al colegio y como ella vivía en casa de su tía tendría que caminar un buen rato, no le parecía gastar dinero en un trasporte si tenia pies y podría gastar ese dinero en comida.

-Daiki...

La voz de su madre le llamó la atención, dejo el plato que termino de comer en la alacena y se dirigió sin interés a ver porque lo llamaba.

-Um?

-el hombre que estaba aquí...

-te dejo el dinero, lo coloque en la mesa, me tengo que ir, llevare a Shino a la escuela.

Camino en dirección a su habitación, tomo un baño, cuando salio busco en su viejo armario algo con que cambiarse, agarro unos jeans y un suéter decolorado verde, no tenia mucha ropa pero eso para Daiki no era prioridad. Su madre no le daba mucho dinero y lo que el trabajaba lo gastaba en Shino en ropa para ella, juguetes y utensilios escolares.

Una vez cambiado salio en camino a casa de su tía. Shino vivía allá porque Daiki cree que es mejor para ella estar en un lugar menos...contaminado de tristeza y desesperación así que la hermana de su mama se ofreció a cuidar de ella.

-Dai-Chan!!-Una alegre niña de cabellos rubio oscuro vestida de uniforme, salio corriendo con brazos abiertos a saludar a su hermano mayor.

-Shin shin, pero que linda te ves con esas dos trenzitas.

-Gracias! Me las hizo mi tía.

-Quedaste muy bonita, y donde esta tía?.

-En la cocina dándole de comer al bebe.

-Oh bueno después la saludo, ve a buscar tu maleta y vamos a la escuela.

Daiki sonreía cada ves que la veía, todo el tiempo alegre y sonriente, caminaron a la escuela que quedaba a solo unas calles de allí pero antes de llegar pararon en una tiendas de muñecas como hacían desde hace los últimos dos meses.

-Cuando me darás la muñeca Dai-chan?-Shino señalaba con sus pequeños deditos una caja color rosa que contenía una muñeca junto con sus ropas y zapatos respectivos además de una mesita con espejo para la compradora.

-Pronto shin shin.

La pequeña niña coloco su cara triste, hacia tiempo que añoraba esa muñeca y la quería demasiado.

-Esta bien...ya vamos.

Daiki odiaba verla de esa forma pero el juguete que ella quería costaba mucho dinero, ya que no se trataba de cualquier muñeca era de esas grandes empresas de juguetes famosos importados de el no sabía donde, un día sin que shino lo supiera el entro al local y pregunto por el precio del juguete,era muy caro para sus expectativas. Se prometió reunir el dinero para comprársela cuando su pequeña hermana cumpliera los ocho años.

Cuando llegaron al instituto la mayoría de padres se le quedaban viendo y seguro se preguntaban ¿que hace esa niña con un chico así? Aveces a Daiki le fastidiaba eso pero no podía hacer nada por ello, ese era el y esa fue la vida que le toco.

Dejo a su hermana en la entrada del lugar y la vio desaparecer entre el lago de niños, ahora tenia que ir al trabajo. Camino solo un poco mas y llego al restaurante tabei sushi donde era mesero y aveces le pagaban extra por limpiar los trastres.

-Ya! Daiki como siempre temprano, eh?-Un hombre alto con gafas oscuras saludo amablemente al joven.

-jajaj buenos días señor Murakami.

-Buenos días, entra entra es hora del trabajo.

Murakami es el dueño del restaurante un hombre que a simple vista parece ser problemático por su aspecto rudo pero una vez que lo conocen cambian por completo su modo de verlo.

Daiki completo sus horas de medio tiempo como era debido ese viernes, pero antes de partir camino en dirección a la oficina de su jefe.

-Señor, esta ocupado?

-no no, pasa pasa, vienes a buscar algo nuevo que leer.

-Si señor, ya me leí completo el ultimo que me dio.

-Te gusto?

-Si así es, me encanto.

-Bueno aquí te tengo uno diferente-El señor Murakami se colocó de pie y camino hasta su mochila donde saco un libro considerablemente grueso-este lo leía mi esposa, se llama ojos de luna es de romance.

-oh, gracias gracias ya me iré, nos vemos el lunes que entra.

Su jefe siempre le traía libros que leer, cuando lo contrato le cayo bien de inmediato, el dice que es un joven excepcional y con una personalidad que pocos poseen, cuando Daiki le comento que amaba leer pero no tenía dinero para pagar esos libros se ofreció a traerles los que tenía en su estante en casa.

-Esta bien Daiki, saludame a shino de mi parte.

-eso haré, hasta luego.

Como era de costumbre salio del restaurante a su parque favorito, pero había algo extraño en el aire, llovería ese día, el joven se preguntaba porque el clima estaría así si en la mañana todo estaba perfectamente soldado.

Comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia, para cubrirse de ella corrió bajo un techo que suerte que allí habían unas bancas con un pequeño lugar donde refugiarse del agua. Pero por ir de prisa chocó con un hombre dejando caer lo que tenia en sus manos, parecía comida.

-Oh dios, como lo siento!

El hombre se le quedó mirando con una expresión que el no podía descifrar , el  hombre tenia puesto un traje olía bien y tenia cabello negro, tenia un aspecto muy atractivo para el cabello ceniza.

Always besade you(yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora