𝕽𝖊𝖙𝖗𝖔𝖚𝖛𝖆𝖎𝖑𝖑𝖊𝖘 - Spider Noir

Capítulo 2: 𝐔𝐧𝐚 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐜𝐚𝐛𝐫𝐚.

Hola otra vez. La actualización vino un poco después de lo que esperaba pero aquí la tengo!

Lamentablemente nadie a encontrado el nombre de la protagonista todavía y yo tampoco tenía ganas de decirles jeje.

ADVERTENCIA! Imágenes sensibles para algunas personas, favor de actuar con discreción.

Disfruten la lectura <3

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Las sombras de la ciudad de Nueva York parecían danzar al compás de la fría brisa de la noche. Los edificios altos se erguían como guardianes silenciosos, mientras que la oscuridad envolvía las calles empedradas. En medio de esta oscuridad, Spider-Man Noir se deslizaba con agilidad y destreza, patrullando las calles en busca de cualquier señal de problemas.

El frío del aire al columpiarse se sentía como pequeñas cuchillas que trataban de penetrar su ropa, buscando dañarlo y dejarle crueles heridas congeladas. El invierno estaba en su ciudad y podía sentirlo hasta los huesos.

Había tratado de buscar información sobre el extraño ser con forma etérea que había visto un par de días atrás. Busco en libros, preguntó en los lugares recónditos e incluso hablo con sus conocidos militares esperando encontrar algo, lo que fuera pero no encontró nada. Sea lo que sea que pudo presenciar, no era de su mundo y por mucho que eso debiera asustarlo, solo lograba hacer latir su corazón de emoción y rogaba que no fuera un nuevo villano.

Al no obtener respuesta por ese lado, prefiero centrarse en lo que si tenía a su alcance. La pequeña esfera de cristal.

Había pasado toda la tarde investigando sobre la extraña canica que había aparecido después de la derrota del lagarto mutante. Pero sus pesquisas no lo habían llevado a ninguna respuesta concreta. Aunque su mente racional le decía que debía centrarse en sus responsabilidades como vigilante, su curiosidad seguía molestándole como una picadura persistente.

Mientras se columpiaba por los tejados, Noir notó un grupo de matones en una esquina oscura, acosando a un hombre mayor que luchaba por mantener sus pertenencias. Sin perder tiempo, descendió sigilosamente y se abalanzó sobre los delincuentes, utilizando su agilidad y sus habilidades arácnidas para derrotarlos uno por uno.

— ¡Eso les enseñará a no meterse con la gente inocente, rufianes de pacotilla! — exclamó mientras se ponía en pie, observando cómo los matones se retiraban derrotados.

El hombre mayor le dedicó una mirada agradecida y asintió antes de marcharse, completamente agradecido con el joven héroe. El arácnido oscuro volvió a trepar por las paredes y continuó con su patrullaje, satisfecho de haber hecho su parte para mantener la ciudad a salvo.

Agradecía estos días más tranquilos, donde no hacían acto de presencia los grandes villanos y no tenía el constante recordatorio de la guerra contra los nazis. No se engañaría a si mismo, le encantaba luchar contra ellos pero también disfrutaba de los días relativamente normales.

Una figura femenina observaba la anterior escena con interés. Sus ojos brillaban con una luz tenue mientras seguía los movimientos de Noir. Aunque no se había cruzado directamente con él, había estado siguiendo sus acciones desde que llegó a este mundo. Había sentido una conexión especial con él, una especie de resonancia en su ser.

Tal vez se debía a que era el héroe vigilante de ese mundo. Siempre le daban curiosidad este tipo de personajes cuando viajaba por diferentes realidades y mundos.