Un encantador amigo 😋

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El señor escarabajo parecía desconcertado de ver a Sam ahí. 

Escarabajo: ¿Qué tal chico?, ¿me tocaste la puerta por algo?. Ahí fuera hay una gran tormenta; si quieres, te puedo dejar pasar la noche aquí.

Sam: Me gustaría entrar si usted me deja.

Escarabajo: ¡SI! Tranquilo, dentro podemos tomar un chocolate caliente y presentarnos. 

Justo entonces, cayó un ralló cerca de Sam, y decidieron entrar adentro de la casa.

Sam se sentó en un cómodo sofá que había cerca de la entrada; mientras Sam repasaba con la mirada el lugar, el escarabajo mutante se apresuró a preparar unos deliciosos chocolates calientes en una pequeña cocina que estaba enfrente del sofá. Entonces, Sam se dió cuenta de un bulto que salía de una especie de hamaca playera colgada.

Al darse cuenta de lo que Sam estaba mirando, el escarabajo dijo:

Escarabajo: Eso que ves en la hamaca son mis hijos, por favor, no hagas ruido que están durmiendo.

El escarabajo termino los chocolates y se sentó junto a Sam. Se empezaron a tomar los chocolates y el escarabajo le prestó una manta a Sam.

Escarabajo: Bueno, creo que deberías de saber que yo me llamó Juno. Y tu te llamas...

Sam: ¡Ah, si! Yo me llamó Sam, y este es mi amigo...

Entonces, Sam se detuvo y se dió cuenta de que Lío ya no estaba; de pronto, le echaba mucho de menos.

Juno: ¿Qué ocurre, acaso tienes un amigo invisible del que no me haya percatado? Puedo prepararle otro chocolate si quiere.

Sam se dió cuenta de que Juno iba muy enserio y de que eso debía de ser normal en este mundo.

Sam: ¡No, no! Es solo que... Yo tenía un mejor amigo pero, tuvimos una discusión y me abandonó después de hacerme esta herida.

Juno se percata de la herida todavía abierta que Sam tenía en el brazo. 

Juno: ¡Madre mía! Esa herida tiene pinta de ser bastante grave, ¡Se te va a quedar una gran cicatriz, amigo!

De pronto, se oye un trueno y Sam tiene el instinto de mirar hacia el techo, al hacerlo, se da cuenta de que el techo es de cristal, y se puede ver perfectamente la tormenta.

Sam: Bueno, hábleme sobre usted; veo que tiene hijos, ¿Quién es la afortunada? ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Juno: ¿Nadie? Los tuve yo solo. ¿No es eso normal también para los humanos?

Sam: No, la verdad que nunca había oído de algo así, pero bueno, tampoco había oído de una criatura como tú. Así que ƪ(˘⌣˘)ʃ

De la nada, empezaron a sonar muchas alarmas de relojes distintos. El ruido venía de un cuarto puesto tras un largo pasillo a la izquierda.

Juno: Espera aquí, yo iré a apagar todos los relojes. ◉_◉

Sam: Ok. ╮(╯▽╰)╭

Juno se marcho hacía el cuarto de los relojes y Sam se dió cuenta de que la casa parecía más grande por dentro que por fuera. Juno cerró la puerta del cuarto tras entrar él y, al poco rato, se empezaron a oír gritos y gruñidos provenientes de aquella habitación. El ambiente se puso tenso de la nada y Sam se dió cuenta de que, los relojes todavía seguían sonando y cada vez más fuerte.

Pararon de oírse los gritos y gruñidos y ahora, lo único que se escuchaba eran los relojes. Sam quería ayudar pero, tenía demasiado miedo como para poder hacer nada, al cabo de unos intensos 5 minutos que parecían no acabar nunca, Sam decidió salir de esa casa de locos e intentar huir. Miró hacia el techo para asegurarse de que le partiera un rayo. Por el cristal del techo se podía ver que la tormenta ya se había acabado para dejarse ver una hermosa y grande luna llena.

Sam aprovechó esa oportunidad para correr hacía la puerta que tenía al lado e intentar abrirla. Intenta abrirla pero, la puerta no estaba por la labor. En uno de sus intentos desesperados e inútiles por abrir la puerta, mira hacía la hamaca y se da cuenta de que...

¡ESOS HIJOS DE JUNO ERAN UN HUEVO ENORME DE ARAÑAS! Las arañas empezaron a salir de allí para tapar la entrada con sus cuerpos al punto de que la puerta ya no era ni visible; había arañas de todo tipo: venenosas, grandes, pequeñas, rápidas, lentas... Llegó un punto dónde las arañas ya estaban distribuidas por todas las paredes y el techo. Una vez en esa posición, ¡EMPEZARON A ATACAR A SAM!

¡Desde luego lo estaba pasando mal! Entonces, se le ocurrió una idea. Si esos eran los hijos de Juno, él debía de saber cómo hacer que pararan de intentar matarlo. Sam se apresuró a correr a toda pastilla por el pasillo que llevaba al cuarto en el que Juno se encontraba.

Tras correr un poco, se dió cuenta de que no estaba avanzando nada de nada; miró hacia atrás y vio como las arañas ahora se habían juntado para formar entre todas, una araña gigante. 

Sam acelero pastilla a tope para llegar a tiempo, y...

mientras huía...

¡LOGRO LLEGAR A TIEMPOOOO!

Entró en el cuarto y cerró la puerta de un portazo, impidiendo así, que las arañas entraran. (Aunque se colaron un par por la bisagra de al puerta)

De pronto, todos los relojes empezaron a sonar de golpe marcando una hora inexistente. Tras la extraña actuación de los relojes, las paredes de la cabaña, que hasta ahora habían sido de color marrón, se volvió de muchos colores que iban cambiando de forma muy violenta. Sam se sentía muy mareado y no podía pensar bien en qué estaba pasando exactamente. Estaba tan mal que por un momento se le olvidó que venía a hacer... ¿Qué era? 

¡Ah si! ¡Tenía que encontrar a Juno! Empezó a mirar por toda la sala escudriñando los ojos dado que apenas se podía ver nada con todas esas luces. Oh, oh... Juno no estaba... y era una sala sin ventanas ni puertas. ¿Cómo iba a salir ahora? 

1

2

y...

¡3!

Sam abrió la puerta bruscamente y empezó a correr hacia la cocina, tenía que pensar en cómo salir de allí y ya. Esa araña gigante formada por otras arañas lo tenía en su punto de mira y estaba intentando comérselo mientras él se escondía bajo la isla de la cocina. Haber, ¿Qué tenía ahí que le pudiera ser útil? ¡Claro! Sam se sentía muy tonto por no haber pensado en eso antes. Tenía bajilla que podía tirarle a aquella araña enorme.

Sam buscó en la cocina pero, extrañamente (como todo ahí), no había ni un solo plato en toda la cocina. Entonces, se acordó del chocolate caliente que se tomaron, esa bajilla le serviría pero, ¿sería suficiente para acabar con el monstruo? Tenía que probar.

Sam corrió hacía el sofá y cogió las dos tazas sucias y vacías; y le tiró una de las dos tazas a la cabeza del monstruo.

Las arañas que estaban en la cabeza, se apartaron; y la taza le dió al techo, al cual se le quedo una grieta.

¡Claro! Sam volvió a tirar la otra taza al mismo lugar, la reacción de las arañas no varió pero, el resultado sí. El techo de cristal se cayó encima de las arañas y mató a la gran mayoría de ellas.

Ahora, sin enemigo y con una salida en el techo, se subió de pie en el sofá y empezó a dar saltos en él. Tras un par de saltos, consiguió llegar a el techo, y lo pudo escalar.

Pero, cuando salió, no se pudo creer lo que se encontró fuera.




º "mis pensamientos al acabar este cap." ¿Igual no es un poco fumado? Nah que mas da, todo lo que hago lo es. ( *︾▽︾) º



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