"Yo conocí a tu madre cuando ambos éramos jovenes adultos.. y para responder tu duda de quien era.. oh hijo.. Hasta el día de hoy, yo tampoco se quien era ella"
Conocí a tu madre siendo un joven adulto. Al ser hijo único, y por ende, el único heredero al trono, mis padres estaban desesperados por encontrarme una pareja, pues debía tener una descendencia si quería que esté reino continuara su legado.
No muy lejos de nevadas, estaba el reino de Kinoko, un reino muy pequeño y que tenia muy pocos habitantes, pero tenía a dos candidatas para ser mi futura esposa, así que fuimos para conocerlas.
"Frank, ve al jardín, y no estorbes a los demás. Nosotros hablaremos un rato con la reina, esta claro?" —mi padre ordenó, y como no tenía mas opciones, obedecí.
Recuerdo que el jardín era.. muy hermoso, habían tantas flores, era como estar en un campo natural y no uno arreglado como en los castillos, y entre todas las rosas y las amapolas... la vi a ella, tu madre.
Ella me vió fijamente por unos minutos, creo que eso fue suficiente para saber que ella era como un témpano de hielo; su mirada lucía hostil, fría, pese a tener los ojos azulados mas bellos que había visto, estos no reflejaban mas que ira, y odio."Buenas tardes.. usted es, la princesa nieves?" —pregunté, y ella solo pudo sonreír de un modo burlón.
"Si, esa soy yo. Y tu quien eres? Un principe? Un visitante?"
"Soy el principe frank, del reino de nevadas, es un gusto conocerla"
Ella ya no respondió mas, y solo se marchó sin decirme una sola palabra.
"Que mujer tan rara", pensé.
Y a los días descubrí que ella había sido elegida para ser mi esposa.Ella vino a nevadas, se quedó aquí pues debíamos esperar unos meses hasta que mi coronación fuera anunciada, y durante todo ese tiempo.. ella se mantenía distante.
Salíamos por ratos del castillo en silencio, y con ese mismo silencio regresábamos; no importaba cuanto tratara de ser amable con ella o, hablar con ella.. nieves parecía tener siempre su cabeza en otro lado, siempre estaba triste, o al menos eso decía su mirada.Supuse entonces, que nuestra relación se basaría en eso, hasta que un día de invierno, ella me confesó algo, o mas bien, me preguntó algo.
"Porqué no te has desecho de mi?" —fue una pregunta tan corta pero, que me dejó confundido.
"Porqué lo haría?"
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𝗪𝗜𝗡𝗘 𝗥𝗘𝗗 | 𝘘𝘶𝘢𝘤𝘬𝘣𝘶𝘳
Fantasyミ★ Dos reinos que pasaron gran parte de sus años en rivalidad, ahora se juntan debido a que deciden formar una alianza. ¿El problema? Es que para que dicha alianza sea dada, los príncipes de dichos reinos deben contraer matrimonio, cosa que no le t...