29: "El principe solitario"

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La familia de cuervos se encontraban en la alcoba del castaño, viendo como este era atendido por unos sirvientes, y revisado por un medico del castillo, un hibrido búho, el cual miró al rey con seriedad

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La familia de cuervos se encontraban en la alcoba del castaño, viendo como este era atendido por unos sirvientes, y revisado por un medico del castillo, un hibrido búho, el cual miró al rey con seriedad.

"Como estan sus heridas? Estará bien?" —preguntó con angustia el mayor, a lo que el medico asintió.

"Sus heridas afortunadamente no son muy graves. Sus alas tienen unos cortes pero son superficiales, por lo que podrá continuar volando. Lo que me preocupa es el estado en que esta ahora, esta, respirando de una manera errática y presenta mucha fiebre, temo que se desarrolle una enfermedad mas grave a raíz de esto"



Philza miró a su hijo con pena y preocupación, sintiéndose culpable por su situación actual.
Cuando su hijo volvió a su forma original, estuvo varios minutos sin respirar, pensó que había muerto, hasta que dio un brote de aliento.
Ademas, su aspecto estaba distinto, sumado a todas sus heridas por el ataque.. su cabello ahora presentaba un mechón blanquecino, uno que el no tenía.

Vio al muchacho apretar los ojos, era como, verlo teniendo una pesadilla eterna, y el no podia hacer nada..




"Majestad, me gustaría preguntarle algo.. este estado de "la bestia", no es algo que los caracterice como familia real, no es cierto?" —el rubio negó. Sus hijos, y esposa, le miraron con sorpresa.

"La familia real, la herencia que nos dejó nuestro salvador... nunca fue sobre una bestia incontrolable" —respondió— "esto no es herencia, ni genética.. esto es un acto de brujería pura, una maldición" —este se alejó de ahi, empezando a caminar por los pasillos. A su lado, iban sus mas leales guardias, aquellos que lo acompañaron la noche anterior— "vegetta, reúne a toda la guardia real, vayan a por sapo peta, díganle que es pedido directo del rey phil.. su viejo amigo"

"Como usted ordene majestad"


Con aquello dicho, ambos hombres se separaron del rey, yendo a cumplir su petición.
Mientras en la alcoba de wilbur, su madre sostenía su mano acariciando la misma, claro, no era necesario decir que la mujer estaba llorando.

La realidad es que estaba aterrada, al igual que sus hermanos, temían que wilbur no despertara, o que si lo hacia.. no fuera el mismo nunca mas.



 no fuera el mismo nunca mas

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𝗪𝗜𝗡𝗘 𝗥𝗘𝗗 | 𝘘𝘶𝘢𝘤𝘬𝘣𝘶𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora