57: "libertad"

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Quackity caminaba a un paso lento hacia la alcoba donde niki se encontraba

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Quackity caminaba a un paso lento hacia la alcoba donde niki se encontraba. Se le podia notar esa aura tensa emanar de su cuerpo desde lejos.

Después de todo lo que leyó con Wilbur, las dudas habían invadido su cabeza, la incertidumbre, la oleada de, hasta cierto punto, pánico por no saber quién o que era en realidad.
No saber quien era su madre realmente.. lo estaba carcomiendo.

Dentro de si se quería convencer de que, lo que le iba a preguntar a niki no era verdad, que ella le diría que está sacando conclusiones precipitadas, que esto es solo una suposición... esperaba que así fuera.
Dio unos suaves golpes a la puerta de madera, y cuando escuchó un "adelante" por parte de la azabache, este abrió con lentitud la puerta, encontrándola frente al espejo, cepillando su cabello que, hasta hace unos días, era muy corto, pero ahora estaba llegando a sus hombros.

Era extraña la forma en que cambiaba tan rápido.
Sin decir nada mas se acercó a ella.



"Alex, que te trae de vuelta?" —preguntó con amabilidad, lo que hizo al azabache suspirar bajo.

"Nada en particular.. creo, no lo se, mi cabeza esta hecha un desastre"

"Y eso porqué? Todo en orden?" —Cuestionó nuevamente— "oh! El príncipe Wilbur te llamó no es cierto? Que es lo que necesitaba?"



Su curiosidad se veía genuina, no quería saturarla con tantas cosas ahora mismo, así que solo se limitó a suspirar resignado, su interrogatorio podía esperar.




"Solo, quería contarme sobre algo que leyó, nada muy importante" —respondió, mientras se recargaba un momento en la pared.

"Entiendo. Bueno, me alegra saber que no era nada malo" —respondió, a lo que el azabache solo asintió lento.



Se quedaron en silencio un momento, no era incomodo, pero definitivamente tampoco era uno que fuera agradable, se sentía un ambiente un poco pesado, aunque ninguna sabía exactamente porque se daba eso.



"Sabes Alex? A veces desearía estar afuera" —Niki fue la primera en cortar el silencio, y lo hizo con una confesión, una que dejó al azabache perplejo— "Sonara extraño, pero desde que estoy en estas paredes me siento atrapada... extraño poder volar con libertad ahí afuera, esconderme entre los arboles o entre el pastizal"

"Tu extrañas tu verdadera forma?.. la del dragón..?"

"No, no me gusta esa forma" —respondió— "me gusta tomar sus alas y volar, sentir el viento en mi rostro, pero toda su forma física y de ser, es algo que no me agrada"

"Y tú quieres.. ya sabes, volar ahora mismo?"

"Desearía.. hace tanto que no lo hago, me gustaría poder hacerlo aunque sea una vez mas, pero bueno, estoy aquí y tengo prohibido dejar el castillo, no tengo mas opciones" —el azabache entonces se quedó en silencio nuevamente, estaba teniendo una idea, una muy mala idea... pero tal vez..

𝗪𝗜𝗡𝗘 𝗥𝗘𝗗 | 𝘘𝘶𝘢𝘤𝘬𝘣𝘶𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora