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Imola podía ser considerada una de las carreras más importante dentro del candelario y más que nada para los tifosi.

Las carreras que se hacían en Italia se inundaba del rojo sangre, grandes banderas con el logo del cavallino rampante, el número cincuenta y cinco siempre se apoderaba de cada merch que lanzaban, delatando al favorito.

Él no era fiel seguidor del equipo rojo pero debía admitir que el fanatismo que tenían los seguidores de este, lo dejaba asombrado. Tampoco podía pasar desapercibido que, poco a poco, su escudería iba ganando popularidad y ya podía observarse el cúmulo de personas de naranja.

Quitando todo eso, estaba emocionado en asistir a un circuito de esa magnitud. Había asistido siempre al autódromo callejero de Mónaco pero ahí no existía la historia de alguna escudería con el evento, como lo era Ferrari con los circuitos de Italia.

— ¿Emocionado?.— Pregunto Alexandra mientras se acomodaba en la grada.

—Muy, aunque no sea tifosi la alegría es contagiosa por parte de ellos.

—Ese es nuestro poder.— Guiño el ojo la morena.

— ¿Quién piensas que gane?.— Indago el monegasco, su amiga miró hacía su costado mientras pensaba.

—Me alegraría el alma que alguno de los pilotos de Ferrari ganará, siendo sumamente sincera y como les fue la semana pasada, se me hace difícil.

—Pero la semana pasada Carlos ganó.— Charles miró dudoso.

—Lo hizo pero a Ollie no le fue bien y de poco a poco me di cuenta que están apareciendo algunas fallas dentro del equipo que por ahora pueden no ser tan importantes.— Contestó la italiana.— aun así, les tengo fe.

—Veremos como les va acá en Emilia-Romagna.

—No le digas así, es Imola.— Y ahí se armo una discusión de como debía llamarse aquel autódromo.

—Imola y fin.

Charles decidió guardar silencio sabiendo que ambos eran tercos por igual y seguir peleando para ver quien tenía la razón, iban a terminar en el año dosmil cuarenta y cinco.

Esta vez no habían decidido en comprar la entrada VIP, ya que querían experimentar muy de cerca el sentimiento de los tifosi. Y sí, Charles fue el que se había negado a compartir eso pero entonces momentos se encontraba rodeado de fans de Ferrari.

Podía asegurar que su vista había detectado solo cuatro personas con diferentes camisetas, obviamente solo de la grada que estaba él. Seguramente en las otras gradas había más diversidad pero par su mala suerte—y buena para Alexandra—le tocó un espacio junto al gran porcentaje del equipo contrario.

[ ... ]

Para este momento, ya la carrera había terminado y el resultado fue más que satisfactorio para el monegasco porque había invertido bien su dinero, obviando que era una persona que no era rica y sus inversiones debían valer la perdida.

Red Bull se había apoderado de los dos primeros puestos, el león neerlandés quedándose como la pole position y su compañero; Checo Pérez, quedando por detrás de él.

Alexandra se encontraba tirada en la cama de Charles mientras en murmuros se lamentaba la pérdida.

—Ya deja de lamentarte, no vas a cambiar los resultados lloriqueando.— Se burló el ojiverde haciendo que la morena, en un rápido movimiento, le lance una almohada pegándole justo en la cara.

—Ollie quedó sexto y Carlos siquiera estuvo por culpa del auto de Ricciardo.

—Eh, eh, con todos pero menos con Ricciardo.— Charles la apunto indignado.— Además, se vio que Daniel se acercó al hospitality  de Ferrari para pedirle disculpas.— Sentenció.

Red Bull | Charlos ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora