⛓️ I could be your dancer ¡!

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Yoongi nunca se consideró una persona normal, sabía que había algo en su cabeza que no podía manejarse de la mejor manera, pero a nadie parecía interesarle y él poco a poco también dejo de prestarle atención a aquel detalle. Cuando era niño siempre fue callado, no le gustaba que otros lo fastidiaran o interactuaran con él eso hacía que no tenga muchos amigos; su círculo de amigos no era demasiado extenso, tal vez unas cinco o seis personas que toleraban su forma de hablar y se habían logrado acoplar a la forma en la que se manejaban las cosas con Min. Nunca fue de muchas palabras, pero en su cabeza siempre mantenía un plan de como poder manejar la situación a su favor, su inteligencia era lo que lo hacía un peligro para muchos. La única persona con la que llegaba a tener un comportamiento normal y "humano" era con su mejor amigo, un chico de tes algo más oscura y linda sonrisa con hoyuelos. Namjoon era su compañero desde la primaria, el único que se acercó para hablarle en son de paz y no compararlo con la blancura de la pared.

Yoongi al ser callado era visto como una persona tímida y retraída, cuando estaba en la primera los niños lo vieron como un blanco para burlas. Min nunca dijo anda al respecto, los comentarios en verdad no le interesaban, pero cuando vio como uno de los chicos había matado una de las plantas que eran importantes para Namjoon ahí respondió. Ese día aquel chico pudo comprobar las miles de cosas que se había retraído dentro de su interior, pero las cosas fueron discretas pues Yoongi trato de hacer que todo luzca como un accidente. Nadie lo dijo, pero todos supieron que aquel chico de doce años había tratado de romperle la cabeza al chico tirándolo por las escaleras y reventando una luna en su cabeza; fue un milagro que no haya muerto. Pese a las pruebas, Namjoon confío en la palabra de su amigo y no creyó que sea su culpa, por lo que siguió hablándole y dejar que lo defienda de los chicos que lo veían como un nerd por usar lentes y saber muchas cosas. ¿Desde cuándo ser un genio era objeto de burla?

A Yoongi nunca le gusto ver como su amigo sufría y pese a no expresarlo, empezó a alejar a todos y cuidar de él. Cuando menos lo noto, la gente al verlo se alejaba o bajaban sus miradas para no desatar todo esto que Min traía acumulado. Yoongi se dio cuenta que disfrutaba ver las miradas de miedo, notar como podía ordenar algo y la gente lo cumplía. Nadie quería ser objetivo de Min, por lo que se hacía lo que él quería y punto. Así fue como se volvió el dueño de ese pequeño espacio que alimento su ego.

Otra cosa que a Yoongi le desagrada era el ruido extremo, pero ahí estaba. Namjoon lo había obligado, literalmente, a ir a un bar que solía concurrir por un interés romántico que había encontrado en dicho lugar, por lo que se vio obligado luego de perder una partida de poker. Los ojos de Min iban de un lado a otro, observando los trajes llamativos que vestían las personas que empezaban a caminar hacia ellos y ofrecerles bailes y bebidas para poder ganar mayor cantidad de propina. Min mantenía su compostura, ninguno era de su atención o la clase de chicos que podían llegar a captar la atención de Yoongi. Los gustos de Min eran un poco más raros, de los que no hablaba con normalidad; Namjoon sabía que en la mente de Min había un chico que estaba propuesto a ser su siguiente víctima, pero era imposible que su amigo le hablara de tal persona así que solo le quedaba ser un espectador.

Frente a ellos estaba un joven que se iba moviendo al ritmo de la música, haciendo que las extensiones de su traje lo hagan resaltar. Las perlas agregadas lo hacían brillar y captaba la atención de las personas. Sus movimientos eran sensuales, mostrando sus dotes como bailarín frente a todos esos hombres que estaban dejando su dinero en la pista. Su traje naranja contrastaba con su piel, tenía dos partes: la superior que era un top qué llegaba a media zona de la costilla, mientras que el otro era una falda pegada con tiras de joyería que se balanceaban a la par que su cadera se movía. También estaba calzando unas botas del mismo color de su traje, Yoongi podía asumir que le estaba aumentando unos siete centímetros. La forma de bailar del chico era sorprendente, pero no resultaba excitante, solo lo veía con seriedad y analizaba cada parte de su cuerpo. Cintura delgada, piernas bien formadas y un poco de musculo en la parte de sus brazos, la quijada estaba remarcada y tenía una nariz estética, pero no era la persona que quería. Yoongi solo lo seguía analizando y cuando este se colocaba frente a él para mover su trasero, no le quedaba de otra que desviar la vista.

𝐎𝐖𝐍𝐄𝐑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora