Thirty nine: Regresé.

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- Bien. ¿Cuándo lo veré?

- Pronto, Jung, pronto. Las cosas no deben apresurarse.

Jeongin estaba en CHILL, sentado en la sala y ¿Hoseok? Hoseok ya estaba de vuelta. Ahora solo quedaba planear el encuentro.

















- Bien, ya que Jeongin no me perdono, me voy a Charmer, nos vemos luego. -se despidió Hyunjin.

- Ey, ey, ey. Tú no me sales de acá. El objetivo es que Jeongin te perdone y con estás movidas que quieres hacer, lo veo más difícil. -le dijo Minho.

- Mira, Min, Jeongin no va a perdonarme, eso ya me quedo muy claro, así que ya no hay nada que hacer. Ahora sí, hasta luego. -fue lo último que dijo Hyun antes de salir hacia su destino.

- Ay, este hombre, ya yo decía que algo iba a salir mal. -se dijo Minho a sí mismo.

- ¿Y ahora? ¿Qué hizo? -preguntó Jay desde la cocina.

- ¿Tú por qué siempre estás en la cocina?

- Es una excelente pregunta, jefe. -respondió Jungwon.

- Ya se me hacia raro que no estuvieras tú como chicle. -le dijo Minho.

- Pues obvio, es mi mano derecha. -le recordó Jongseong.

- Como sea, ¿ahora qué hizo ese señor? -preguntó Jungwon curioso.

- Se fue a Charmer. -respondió Minho vagamente.

- Minatozaki. Jay hyung, debo separarme un minuto de ti. Iré a Charmer.

- No, tú no vas a ningún lado. -ordenó Jay, pero ya era tarde. Jungwon ya estaba saliendo de la mansión.- ¡Jungwon!

- Uy, tu mano derecha no te obedece. Que falta de respeto.

- Ay, cállate, iré con él. Lo conozco y sé que es capaz de asesinarla o de asesinar a Hyunjin. Nos vemos luego.

Jay salió de la mansión encontrándose con Jungwon en su auto.

- Creí que ya te habías ido. -le dijo Jongseong.

- Pues ya ves que no. No iba a irme sin ti. Estoy enojado y no quiero asesinar a dos personas esta noche. -confesó Jungwon.

- ¿Cuántas personas serán?

- Contigo a mi lado, estoy seguro de que serán cero.

- Perfecto, así está mejor. Vamos.

Jay encendió el auto y condujo hasta que llegaron a Charmer. Bajaron del auto y entraron, encontrándose con mil rostros conocidos y otros mil desconocidos. De cualquier modo, ellos solo estaban buscando a una persona: Sana Minatozaki.

- Yo veré en la barra y en las mesas. Tú ve a revisar las habitaciones. -ordenó Jungwon.

- Lo que usted ordene, jefe. -bromeó Jay y acto seguido fue hacia la parte de atrás.

Jungwon se dirigió hacia la barra, preguntando por Minatozaki, pero solo recibía respuestas negativas, hasta que un chico le informó que la había visto ir con un hombre hacia las habitaciones. Jungwon le agradeció y se dirigió hacia donde había mandado a Jay unos minutos atrás.

- ¿En qué habitación están? -preguntó Jungwon.

- No-no lo sé. No los he encontrado. -respondió Jay.

- No me mientas, Park Jongseong. ¿¡En qué habitación están!?

- Catorce.

Jungwon fue hacia la habitación y entro.

Traicioname.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora