La magia del Mpreg en Twisted Wonderland

Dia 17. Leona & Ruggie

Serie: Twisted Wonderland

Pareja: Leona Kingscholar & Ruggie Bucchi

Prompt 78: A no quiere a B, B solo tiene un interés económico/despecho para estar con A. Les piden un heredero y allí empieza la trama, ustedes deciden si con final feliz o no.

Título: Interesado amor.

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No necesariamente la base de una relación es el amor, en muchas de ellas los deseos egoístas suelen predominar, y ese amor egoísta e interesado se reflejaba a la perfección en el joven matrimonio de Leona Kingscholar y Ruggie Bucchi. Por un lado Leona, el segundo principe de Sunset Savana, se casó con el chico de clase baja con el único afán de fastidiar a su familia, algo que para su propia satisfacción logró. Ruggie por su parte, aceptó esta unión por la vida de lujos que recibiría a cambio, una vida a la que siempre aspiró y pudo conseguir siendo todavía joven para disfrutar. En conclusión, ambos eran felices al conseguir sus objetivos a costa de vivir un matrimonio aparentemente perfecto.

-Ruggie, debemos tener un hijo. -Era la petición de Leona una tarde cuando su animado esposo le daba un masaje en los hombros para relajarlo.

-¡¿Qué!? ¡¿Un bebé!?

-Si, mi familia anda fastidiando con eso... Además si tengo un hijo podría zafarme un poco del trabajo que me obligan a hacer. Ya sabes, diría algo como "no puedo ir a esa reunión porque mi hijo tuvo cólicos y no me dejó dormir toda la noche" Nadie le exigirá tanto a un padre abnegado, ¿verdad?

-Suena bien... Aún cuando el único que no duerma sea yo...

-Bueno, tenemos que ponernos a trabajar en ello. Vamos a la cama.

-Ni siquiera he aceptado todavía... -Con un gesto molesto decía Ruggie, en su posición usualmente accedía a sus peticiones sin refutar pero traer un hijo al mundo era algo más complejo.

-¿Qué quieres hacer señor esposo mío? -Con tono condescendiente cuestionó mientras lo hacía caminar a la cama, no le estaba dando la opción a negarse.

-¿Tener un bebé...? Es complicado, no quiero...

-¿No quieres? ¿En serio? Pensé en darte más dinero por las molestias pero si no quieres...

-¿Cuántos bebés quieres? -Dijo con una sonrisa traviesa, cambiando abruptamente su actitud renuente de antes, mostrando una gran sonrisa se abrazaba a él.

-Uno es suficiente por ahora... Tampoco quiero complicarme tanto la vida.

-Lo dices así cuando soy yo el que lo tendrá.

-No será tan malo, tendrás un esposo que te consentirá todo el tiempo. Entonces ¿es un sí?

Ruggie en respuesta caía pesadamente en la cama llevándose a Leona con él, uniendo sus labios en un pasional beso se aferraban a sus cuerpos en un abrazo para entregarse al placer esa tarde. Ruggie lo sentía vibrar dentro suyo oyendo sus gruñidos sabía que él disfrutaba de la intimidad juntos, era el goce que como mínimo podía darle ya que pagaba por su cuerpo, aunque tampoco le eran desagradables estos encuentros.

Leona era un hombre fuerte, sensual y le gustaba la variedad en la cama, a veces solo una palabra susurrada en el tono erótico en su voz bastaba para hacerlo delirar, no podía quejarse y a pesar que al principio lo sentía como una obligación ahora abrir sus piernas para sentirlo dentro, era un privilegio solo suyo. Sabía que Leona con sus dotes y status social podía buscar cuando quisiera a alguien para saciarse pero no lo hacía, no porque quisiera guardarle fidelidad sino por el simple hecho que tener amantes requeriría esforzarse un poco y era muy flojo para ello, pensaba con una sonrisa al verlo dormir después del maravilloso placer compartido.