Maratón 2/3
-Eres guapo...- dije sin antes sonrojarme
-¿Y?- Marcos estaba disfrutando esto demasiado
-Te ves bien hoy...- dije sonrojándome aún más
-Gracias tomatito- dijo y se acostó a mi lado en el pasto mirando el cielo
-¡Oye!- dije. Odio que me digan tomate, o manzana, o cualquier apodo que se burle de mí en ese aspecto.
-¿Qué?
-Odio que me pongan apodos que se dirija a mí cuando me sonrojo.
-Oh, perdóname.
-Está bien.
Dijimos mientras seguíamos mirando el cielo. Me viré hacia donde Marcos y en ese momento se viró él también hacia donde mí.
-¿Qué?- dijo y sonrió, sonrisa perfecta. Mientras más cerca estás de él, más puedes ver su belleza. No exterior, aunque la tiene. Los ojos son el reflejo del alma, pude ver más su belleza interior.
-Nada- le dije y le devolví la sonrisa
-¿En serio?- dijo y pinchó mi cintura como para hacerme cosquillas.
-¡No!¡No más cosquillas por favor!
-Está bien, está bien.
Después de unos minutos de estar en silencio, puse mi cabeza encima de su pecho, me solté la dona de pelo que tenía, dejando mi cabello suelto. En ese momento, Marcos empezó a jugar con mi pelo. Eso me relaja mucho, a veces hasta me quedo dormida si lo haces, y la fuente en el medio del lago imitaba el sonido de la lluvia, lo cual no ayudaba.
-Hey- dijo Marcos mientras seguía jugando con mi cabello
-Hey- le respondí
-¿Quieres ir a comer helado?
-Claro- dije y levanté mi cabeza de su pecho y sonreí. Él me devolvió la sonrisa.
-¿A dónde quieres ir?- me preguntó
-Donde sea.
-Bien, iremos a Ben & Jerry's.
-Como quieras, pero te digo desde ahora que yo pago el mío.
-No, yo pago todo.
-No, yo pago el mío.
-Yo pago todo.
-No, yo...- no me dejó terminar. Se puso encima mío a horcajadas y volvió a hacerme cosquillas.
-¡Okay, tú pagas todo!
-Bien.
Por supuesto que no iba a pagar todo. Yo no lo permitiría.
•••••••••••••••••••••••
-Deme dos bolas de mantecado de Americone Dream y... -dijo Marcos
-¿Qué quieres?- me preguntó
-Dos bolas de vainilla- le dije a la muchacha atendiéndonos.
-¿Toppings en alguno?- preguntó
-Sí, en el de vainilla ponga nutella sauce
-Okay, ¿algo más?
-No, eso es todo- dijo Marcos y antes de que Marcos le diera el dinero a la muchacha, yo se lo di. Ja, gané.
Nos sentamos en un asiento acolchonado del lugar.
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Su sueño hecho realidad
Teen FictionMuchas veces cuando dormimos, soñamos. Tal vez pienses que es algo obvio, pero es algo importante. Alicia Hernández es una chica inteligente, bonita, buena y que sabe de la vida. A los trece años, sueña con un chico: Marcos Albizu. Un chico, que ell...