Capítulo 4

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Ya era otro día y al fin podía vestirme como usualmente hago. Después de darme una ducha, me puse una camisa blanca, sin ningún estampado, unos jeans negros, una chaqueta negra y mis vans rojos. Sí, lo sé no soy muy femenina, pero igual.

Me puse un poco de brillo labial y ya. No quiero más maquillaje. Luego desayuné, y me fui caminando hacia el colegio y adivinen con quién me encontré en el camino, con Marcos.

-Hey Marcos

-Hola Alicia, ¿cómo estás?

-Bien, gracias, ¿y tú?

-Excelente- dijo muy sonriente

-¿Y a qué se debe tanta alegría si puedo saber señorito?

-Estar a tu lado... - eso no me lo creo

-Jajajajaj, ¿en serio? Sólo soy una simple chica, no soy popular, no soy linda, no tengo carácter perfecto, ummm, no tengo nada deseable.

-Eso no es cierto, eres hermosa, por dentro y por fuera, y, además, eres la chica con la cual tuve el mejor sueño de mi vida.

-No soy linda- dije mientras fruncía el ceño actuando como si estuviera enojada y crucé los brazos.

-Claro que sí

Bueno, ya llegamos al colegio y llegamos al salón. Desgraciadamente ahora iba arte. No me mal interpreten, no es que no me gusta el arte, en verdad me encanta, pero es que la maestra es un asco, insoportable.

-Uhhhhh ahora va arte- dije

-Sí, a mí no me gusta

-¿Por qué?

-Bueno, primero por la maestra, y segundo, no tengo un pío de talento para dibujar.

-Sí, la maestra en un asco, pero al menos a mí me trata bien porque sé dibujar. Es preferencia.

-¿Sabes dibujar?

-Sí

-Quisiera ver alguno de tus dibujos.

-Ok, pues, cuando salgamos del colegio vamos a mi casa y te enseño algunos. -dije finalmente y entramos a clases.

Su sueño hecho realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora