Capítulo 11

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Maratón 3/3

Ya me dirigía al colegio. Okay, hoy me puse maquillaje, lo necesitaba. Lo que pasa es, aunque últimamente no he usado mucho maquillaje, lo necesito y aunque no me guste mucho, me lo pongo. Así me veo mejor. En verdad, si se refiere a mi físico, soy insegura. Puede que con mi personalidad e inteligencia sea segura, pero con mi físico no. Por eso cuando me dicen que soy bonita o me hacen cumplidos, me pongo tan feliz y me sonrojo.

Ya llegué, estaba texteando con Marcos.

~Alicia~
Dónde estás?

Marcos <3
En mi casillero.

~Alicia~
Voy para allá ahora, ok?

Marcos <3
Ok.

Estaba tan pendiente al teléfono, que no me di cuenta que alguien venía y choqué. Mis libros se cayeron al piso y sentí que choqué con el pecho duro de alguien. Sin duda era un chico. Miré hacia arriba y era Tanner Miller, el chico más popular, y guapo del colegio, según las chicas. En verdad me caía pésimo, lo detestaba.

-Deberías ver por donde caminas- dijo esa voz arrogante que odio.

-Perdóname, no fue mi intención chocarme con un mujeriego idiota, o mejor dicho, tú.

-¿Qué me dijiste?

-Mujeriego idiota- le respondí

-Espera, que no oí bien, ¿podrías repetirlo?

-¿Ahora estás sordo o qué?

-Mira, si tú- dijo e hizo un gesto de disgusto- crees que puedes ofenderme, estás equivocada.

-No te ofendo, solo digo lo que pienso, o la verdad, ¿o acaso al pobre Tanner le hiere lo que le digo? Ja, parece que alguien como YO puede ofender al supuesto - dije haciendo comillas- más sexy tipo del colegio. Lo que en verdad das es asco, apártate de mi vista.- dije y me fui. Agraciadamente ya había recogido mis cosas, pero faltaba algo, ¡mi teléfono!

-Como que se te olvidó algo Hernández- dijo y me volteé. Estaba sonriendo. Lo odio.

-Imbécil, ¡dame mi teléfono! - dijo y el muy imbécil salió corriendo.

Aunque él era jugador de fútbol americano y rápido, yo no necesitaba practicar ningún deporte, ya era rápida de naturaleza, aunque él seguía siendo más alto que yo. Cuando lo alcancé, le agarré el hombro, se volteó y le di una buena cachetada y mi teléfono calló al suelo. Agraciadamente tenía un buen protector, lo cogí y cuando me iba, rápidamente salieron las plásticas, entre ellas Olivia.

-¡¿Cómo pudiste herir al pobre Tanner?!

-¡Mira Tanner, hasta tus cueros dicen que eres débil!- reí- Pobre Cameron, pobre Cameron- dije imitando la voz de las populares.

-¡Zorra!- dijo Olivia.

-¿Qué?

-¡Zorra!

-¿En serio? ¿Yo zorra? Pareces que no ves muy bien quién soy. Será por el cartel gigante que tienes en tu frente que dice fácil, ¿no es así? De seguro tapa tu vista.

-¡Ah! Vámonos chicas.- dijo ofendida y enfadada

-¡Me alegro que te ofenda!

-¡No me ofendió!

-Ah, ¿en serio? Por algo te vas, o es porque te ofendió, o porque no tienes con que atacar, querida- dije y le guiñé un ojo- Hasta luego, y Tanner, - dije y capté su atención- ve y consola a tu amada, ah no, verdad que ella es solo tu juguete sexual, pero aun así, se ve afectada, ayúdala a la pobre. Ya se porque son tan unidos. ¡Adiós!- grité y puse el signo de paz en mi mano mientras me iba.

Su sueño hecho realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora