vulnerable / Suguru Geto /

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No hizo falta que Geto dijera nada para que sus hombres lo siguieran cuando corrió desesperado hacia donde estaba el burdel.

Lo único en que su mente podía pensar era en el rostro de Shelly.

Su corazón latía violentamente mientras se acercaba y miraba los
escombros de lo que antes era una
enorme torre.

Las prostitutas se mantenían juntas, rodeadas por los trabajadores y habitantes.

—¿Que ha pasado exactamente?— gruñó molesto en cuanto llegó.

Su mirada buscaba entre las mujeres la cabellera rubia de Shelly

El encargado del Burdel lo miró

—Mis chicas estaban trabajando cuando de la nada entraron tres
hombres. Algunas salieron corriendo antes y no supe que pasó con ellas. Solo logré juntar a algunas antes de que esos hombres colocaran bombas que explotaron de inmediato

—¿se llevaron a alguien? — insistió

—Si —miró a una chica — Rebeca
¿quienes faltan?

la pobre chica miró a su alrededor

—Boa, Nana, Mei y Shelly

—Maldicion, tienen a mis mejores
inversiones

—¿A que se refiere?

—Todas las chicas son del Sur, sin embargo ellas cuatro fueron compradas en el extranjero

Geto apretó la mandíbula

—Yato — llamó a uno de sus hombres—Reúne a todos, iremos a buscar a los del norte. No pudieron ir muy lejos.

—pero señor, no hemos recibido una orden del Rey

—Haz lo que te estoy mandando, del Rey me encargo yo

En realidad, convencer al Rey de
que la mejor manera de evitar otro
ataque era eliminar por completo al norte sirvió.

Él solo iría por Shelly.

La masacre era un extra.

Solo había una camino por el cual
pudieron haber escapado, así que
se apresuró a tomar su caballo
y cabalgar junto al resto de sus
hombres.

Desgraciadamente llegaron a un punto de campo abierto, por lo que tuvo que dividir sus numeros en tres para poder abarcar todo el terreno.

Tuvo que pasar un día entero para poder encontrar una pista de hacia dónde se dirijan.

Con la desesperación y la incertidumbre consumiendo su cuerpo, Geto por fin logró llegar a un pueblo algo descuidado donde al parecer estaban descansando los del norte.

Los caballos fueron amarrados
mientras identificaban los puntos
débiles. Aunque Geto dudaba que este pueblo fuera a darles más problemas después de este ataque.

Sus ojos detectaron una carroza de la cual bajaron una por una a las chicas.

El corazón de Suguru se agitó cuando vió a su adorada Shelly.

El hombre que la sostenía del brazo
lo empujó contra el cuerpo de otro.
Geto tuvo que controlar el impulso de atacar cuando el sujeto tomó el mentón de Shelly y la besó.

—Señor, ¿que hacemos?—preguntó Megumi al lado de itadori

Apartó la mirada de aquellos hombres que entraron a la habitación con el resto de las chicas.

Debía comportarse como el general
que era.

— Esperaremos a que la noche caiga para atacar.

Si quería sacar a Shelly con vida de
aquí debía hacer las cosas bien.

Incluso si eso le molestaba.

Por eso tuvo que apretar la mandíbula cada vez que un hombre diferente entraba a aquella
habitación.

Voy a sacarte de aquí Shelly. lo juro

🖤