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Shelly estaba completamente asustada. Sus compañeras y ella se mantuvieron abrazadas en una esquina de la habitación.

Su destino estaba claro, no había que ser muy inteligente para saber lo que pasaría con ellas.

Irónicamente, en sus años como prostituta nunca se había sentido más sucia y denigrada como ahora.

El primer hombre la tomó bruscamente del cabello, arrastrandola hasta el centro del cuarto y tirandola en el piso.

Giró la cabeza solo para ver cómo hacían lo mismo con las demás chicas.

Ninguna gritó.

De nada serviría.

Solo debían resignarse al tormento que estarían por vivir.

Si tenían un poco de suerte las matarían luego de cansarse de ellas. Sería peor si se las volvian a llevar.

El único arrepentimiento de shelly era nunca haber podido ser capaz de ser honesta con Suguru.

Sería rechazada, pero al menos el hombre sabría que ella realmente lo amó, que nadie fué más especial que él.

Cerró sus ojos con fuerza y dejó que silenciosas lágrimas rodaran por el costado de su rostro.

.........

Gojo miró a su amigo sentado en la distancia.

La noche había llegado, los del norte y sus aliados comenzaban a guardar las cosas para seguir su camino.

Probablemente estaban confiados de que seguirlos solo por el secuestro de unas cuantas prostitutas era ridículo.

Pero Gojo sabía la verdad.

Este pueblo muy pronto se convertiría en cenizas a causa de Geto.

Su amigo visitaba el burdel cada que podía. Desde que llegó Shelly no había hombre que te atreviera a arrebatarla de Geto.

Suguru nunca le habló de ella, pero no hacía falta que lo hiciera. Al solo verlo podías darte cuenta

—Preparen sus armas — Geto se colocó a la delantera — empezaremos el ataque

Los trajes especiales negros que llevaban les permitían camuflarse perfectamente en las sombras.

— ¡Los del sur estan aq—Geto salió de entre los árboles y cortó la garganta del hombre

Los del norte vieron como iban saliendo hombres completamente de negro. El miedo los invadió.

Ellos no deberían estar aquí.

—¡Retirada! — intentaron huir, pero era demaciado tarde

Se prendió fuego en un vago intento de poder tener más visibilidad en la oscuridad. Pero Geto no necesitaba nada para poder atravesar su espada en cada hombre que se cruzara en su camino.

—yo me encargo de aquí afuera, ve por ellas — le aconsejó Gojo quien luchaba a su lado

Suguru dudó por un momento el abandonar su puesto, pero quería verla con sus propios ojos, saber que estaba bien

Que no había llegado tarde

—No dejes a nadie vivo — le advirtió al peliblanco y corrió hacia aquella cabaña que no dejó de mirar ni un segundo

De una patada tumbó la puerta.

— ¡Shelly! — gritó tan pronto entró

En el piso estaban las cuatro mujeres intentando taparse con los restos de ropa que les habían quedado

Los ojos verdes tan vívidos que tanto adoraba de Shelly ahora lo veían como si no hubiera vida en ellos.

Su corazón dolió al verla tan indefensa y asustada.

Se acercó lentamente a ella y se agachó a su lado

—estoy aquí, perdón por tardar tanto — tocó sutilmente la mejilla de la mujer

Solo eso bastó para que ella saliera del bloqueo mental y comenzara a llorar desconsoladamente.

Rápido la tomó entre sus brazos y acarició su cabello mientras la dejaba llorar.

Poco después entró Megumi junto a itadori con un montón de pequeñas cobijas y las entregaron a cada una de las chicas mientas las sacaban poco a poco del lugar.

Geto les quitó una cobija y la puso él mismo sobre el delgado cuerpo de la rubia.

— ya termino cariño, salgamos de aquí — la cargó suavemente, procurando no asustarla

Afuera era todo un desastre, había partes de cuerpos esparcidas por todo el suelo.

Gojo tenía la cara salpida de sangre cuando se acercó a Geto.

— logró escaparse un caballo con dos hombres, ya los van siguiendo seis de los nuestros — reportó — los de aquí ya van terminando

Unos ni siquiera llevaban un arma, por lo que esto ni siquiera parecía una verdadera batalla.

— partiré primero, te encargo a los demás

—no hay problema, no nos quitará mucho tiempo realmente, ve tranquilo

Confiado, Geto acomodó a Shelly sobre su caballo y la llevó consigo de regreso al sur.

Durante todo el camino estuvo en silencio pues Shelly se quedó dormida, lo que le permitió a Geto pensar en lo que tendría que hacer una vez llegaran a su tierra.











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vulnerable / Suguru Geto /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora