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cap: 00 - adiós madre
(Eiryx)



Sus labios estaban tan cerca de los míos que solo pude contener la respiración y cerrar los ojos. Mis mejillas ardían hasta que escuché una pequeña risa llena de total burla hacia mí, abrí los ojos lentamente y le vi, Dave estaba sonriendo muy amplio mientras reía, aunque estaba molesta solo me pude sentir hipnotizada por su bonita sonrisa.

Salí corriendo permitiendo que las lágrimas resbalaran sobre mis mejillas, no me importo que tan patética me veía para el mundo en ese momento solo quería desahogarme; corrí hasta lo que parecía mi lugar feliz,  la colina amapolas, un lugar lleno ...

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Salí corriendo permitiendo que las lágrimas resbalaran sobre mis mejillas, no me importo que tan patética me veía para el mundo en ese momento solo quería desahogarme; corrí hasta lo que parecía mi lugar feliz, la colina amapolas, un lugar lleno de tan dichosas flores.
Tome aire y lo deje salir por segundos mientras miraba la ciudad medianamente campestre y me inunde de una paz exorbitante. Dejé caer mi cuerpo al pasto corto y suave para mirar las nubes puesto que solo buscaba distraerme tras la pérdida de mi madre quien había sido mi mejor amiga, pero ese pequeño instante en el que tomé aire todo se hizo una catarsis, y me decidí a continuar por ella, lo haría bien. Estaba tan inmersa en mis pensamientos que pegue un brinco al escuchar mi móvil sonar, observe la pantalla y era mi mejor amigo Dave; nos conocemos desde la secundaria y curiosamente siempre llama cuando me encuentro mal.

-¿Por qué has llamado de repente? - Cuestioné.

-¿Es que acaso no puedo llamar a mi mejor amiga? - pregunto en un reproche.

-Lo siento es que no me siento bien, hoy he recibido la peor noticia de mi vida - afirmé mientras mi voz se quebraba.

- ¿Dónde estás? - preguntó rápidamente.

- En amapolas- mencioné con un tono suave.

La llamada se cortó de repente y mordí mi labio para evitar derramar lágrimas, mientras intentaba concentrarme en mi respiración para mantenerme en calma, estuve así durante unos minutos hasta que empecé a sentirme bloqueada y fue allí cuando lo vi, Dave apareció ante mis ojos con una bolsa grande de papel y se acomodo a mi lado, dejó la bolsa a un lado y me miró, abrió los brazos y casi que por inercia me acerque para rodearlo con fuerza y formar un abrazo. Lloré a mares sobre su pecho en lo que él solo se dedicaba a acariciarme el cabello y la espalda y nada más bastó para sentirme un poquito más llena. Tomé una gran bocanada de aire y segundos después lo solté con lentitud sintiendo la catarsis llenar mi cuerpo nuevamente, era un sentimiento de paz inefable, algo que nadie más podía brindarme, ni siquiera mi madre en vida.

Comimos un par de dulces, chocolates y frutas picadas con yogurt que me había traído Dave y mirábamos el horizonte disfrutando la puesta de sol y la brisa que notificaba la llegada de la noche.

- Será mejor que nos vayamos, estamos un poco apartados de casa y con lo peligrosas que están las calles hoy en día... - le miré con una pequeña sonrisa en el rostro.

- Claro, déjame te acortó camino, he traído la bici - mencionó él con un tono cálido de voz.

- Venga pues ¡vámonos! - levanté un poco la voz mostrándome animada.

Dave se levantó y me extendió la mano para ayudarme, una vez me puse en pie recogimos el reguero y fuimos a la bicicleta, me monte en el barandal cerca a la dirección y nos fuimos colina abajo; sentir el aire golpear mi cara y la dulce compañía me hacía sentir un poco menos rota.

Esa misma noche prendimos velas en casa junto a una foto de mi madre, Dave decidió quedarse a acompañarme sabiendo lo mal que me sentía

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Esa misma noche prendimos velas en casa junto a una foto de mi madre, Dave decidió quedarse a acompañarme sabiendo lo mal que me sentía.

Cerré los ojos y recé en mi mente con las manos puestas en mi pecho, mientras lágrimas amenazaban con salir nuevamente, sentí como mi corazón se oprimía, pero era este el modo más personal para darle mi adiós a mamá; una vez termine mi oración en un susurro decidí darle las gracias por todo y finalmente el "adiós".

COLINA AMAPOLAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora