COLINA AMAPOLAS

- 05 ♡

Me levanté tarde. Observe mi habitación vuelta un chiquero y solo negué con la cabeza, no podía recordar mucho e intentarlo hacia que sintiera un palpito por mi frente, amenazaba con transformarse en una gran migraña. Miré la hora y ya había perdido el ensayo de teatro de ese día, me castigarian de nuevo en el siguiente ensayo. No le di mente y me levanté en busca del baño, allí lavé mi cara y me miré al espejo, parecía ser que la noche anterior me habían tomado como piñata porque lucia extraña, me daba la sensación de verme enferma aunque no me sintiera maluca particularmente.

Volví a la "sala de estar" de la habitación que era el único espacio fuera del baño, busque entre mis cosas el cepillo para el cabello y lo peine un poco, cada pasada se sentía como un fuerte tirón a lo que simplemente lo deje y me recogí el cabello en una coleta floja que me quedaba al hombro. Volví al baño, lavé mis dientes y salí en busca de una droguería cercana, me mordí el labio inferior con suavidad, lo sentí muy seco. Cada paso se sentía como si arrastrará cadenas con pesas de al menos unos 70 kilos, me sentía lenta y pesada, ¿así se sentía despertar con guayabo?

Metí la pasta a mi boca y la baje con agua, volví a recostarme y solo miré el techo, no tenía ganas de absolutamente nada y todo giraba, me sentía mareada y si antes no presentaba ningún tipo de malestar en ese momento empecé a sentirme horrible, me sentía verdaderamente enferma.

El timbre de la puerta sonó y sin ánimo alguno respondí que pasarán, ni siquiera me detuve a pensar quién podría ser, pero para mí sorpresa era a quien siempre deseaba ver, Dave. Entró por la puerta con la expresión muy larga, no me saludo o algo, simplemente puso sobre mi escritorio un porta y un termo; caldo, arroz y jugo. Agradecí. Él me ignoró. Estaba enfadado, pero me era difícil recordar porqué podría estar él así, tan enfadado que no era capaz de hablarme o mirarme el rostro. Estiré los labios tratando de pensar, pero las palpitaciones eran más fuertes así que solo traté de dejar la mente en blanco. Cerré los ojos y todo parecía tranquilo, me dormí.

♡

Me levanté un par de horas después, abrí los ojos y allí permanecía Dave, estaba jugando en su celular, era típico de él, me senté en la cama permitiendo que mi espalda se recargará sobre la pared, le miré unos segundos y él finalmente me miró antes de preguntar secamente si había dormido bien.

-Lo hice, descansé como un bebé, ni siquiera me di cuenta cuando me quedé dormida - afirmé.

- Que bien. Pasaron casi nueve horas. - respondió. Desvío la mirada.

- ¡¿Nueve?! - Cuestioné con sorpresa. Eleve la voz.

Él solo me asintió ahora y siguió con la mirada en su teléfono. Deduje que seguía molesto, él Dave normal sería tranquilo y amable conmigo, no estaría presentando molestia de esta manera, pero bueno. Me acerque con lentitud y sentí un calor recorrer mi pecho, abrazaba mi corazón y lo hacia correr desbocado si me acercaba, pero logré abrazarlo por la espalda, el no se inmutó, solo se quedó en silencio mirando el celular, sumergido en el juego.

- ¿Estamos bien? - pregunté bajito, nerviosa. Tímida.

- Ujum - respondió.

Apreté los labios no muy convencida y me alejé un poco para buscar el termo con jugo, bebí un poco del mismo sintiéndome sedienta.

- ¿Te gusta? - preguntó.

Le miré con sorpresa y asentí sin saber de qué me hablaba en específico.