Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓

Capítulo 22

Evan

Observo a Addy sin poder creerme todo lo que me acaba de contar. Es una historia que parece ser ficción, pero veo la sinceridad en su mirada. Todo lo que me acaba de contar sobre la tribu Luz es real. Me pidió que no dijera nada sobre el tema, es uno de los más grandes secretos de Tierra; en cierta forma, me gustaría contarle un secreto de Montaña para estar a mano, pero algo me dice que no debería hacerlo, que debería conformarme con ciertos secretos de Montaña que tengo que decirles a todos en cuanto despierten.

Cuando llegué a Montaña ayer, mi padre inmediatamente me preguntó si ya tenía a Addy comiendo de mi mano, cosa que evidentemente no es así, pero él lo creía; así que se llevó una gran sorpresa cuando le conté todo lo que había sucedido, se indignó muchísimo, pero le dejé en claro que iba a lograr lo que me pidieron. Por otro lado, cuando le pedí que vinieran guardias y ciertas personas para limpiar, no accedió, dijo que nosotros nos podemos valer por nosotros mismo tanto con protegernos como por la limpieza, así que hice ese viaje por puro gusto. Al menos no ví a Marissa, ese es un punto a mi favor.

Admito que cuando ví a esa figura corriendo hacia mí lo último que pensé es que era Addy, así que se imaginarán mi sorpresa cuando me enteré de los acontecimientos en mi ausencia. Me pone muy orgulloso que Addy lograra todo lo que hizo sin ayuda, solo con la disposición de hacer que todos sobrevivieran; algo que tocó una fibra de mi corazón fue el que también se preocupara por mi, aunque yo no había llegado. Tal vez por eso la besé. Bueno, realmente no tengo motivos para besarla, excepto los de nuestros padres, pero cuando pensé en besarla no pensé en ellos, pensé en lo maravilloso que sería sentir sus labios contra los míos. Y no estuvo nada mal.

Addy es hermosa, su cabello marrón oscuro que a veces con la iluminación perfecta parece de otro color con esas pequeñas ondas casi imperceptibles en las puntas de todo su cabello liso; sus ojos de ese tono de verde que con ciertos rayos de luz se ven con tonalidades azules y amarillos; esos labios que ya tuve la oportunidad de besar, rellenos a partes iguales; sus mejillas rellenas, pero no tanto. Ella es hermosa y lo sabe, creo que hasta sabe que yo estoy consciente de lo preciosa que puede llegar a ser.

—Creo que deberíamos descansar, tuviste dos largos vuelos y mereces dormir bien. –Me sorprende mucho cómo ha empezado a preocuparse por el bienestar de los demás y no solo el de Alma, lo que hizo hoy es muestra de eso. Y solo llevamos dos días aquí, definitivamente Addy es de las personas que les gusta proteger a los demás, sin importar el coste.

—Está bien, iré a dormir, pero duerme tú también. También lo mereces. –Le doy una última sonrisa y me alejo para despertar a Sam y que siga con la guardia.

Lo zarandeo para que despierte, no duré mucho haciéndolo, en poco tiempo ya estaba en todos sus sentidos para cuidar que más desdichas no nos ocurran esta noche.

Me preocupa la criatura que está afuera, no sabemos cómo vamos a hacer para matarla, no tenemos mucho alimento aquí dentro, solo tenemos lo que ellos habían traído; no tenemos dónde ir al baño ni privacidad para nada. Estamos encerrados, ni siquiera podemos abrir la puerta por la barricada que hizo Addy, solo nos queda salir por como yo entré, usando los poderes de Addy. Pero, aunque usáramos ese poder, todavía tendríamos que encargarnos de la criatura y eso será más difícil sin la barrera mágica. Honestamente nunca aprendí cómo fue que la hicieron para que durara todo el tiempo que duró, pero sé que debemos hacer otra. Una que dure hasta con grandes tormentas eléctricas como las de ayer.

Me acuesto en el sofá en el que estaba Sam, debo descansar, las horas en constante vuelo me están pasando factura. Cierro los ojos y me entrego al placer de poder dormir y descansar.

***

Siento como alguien me toca suavemente el brazo sacándome de mi estado dormido. Abro los ojos y lo primero que veo es a Addy arrodillada delante del sofá en el que estaba durmiendo, se le nota cansada, pero me está dando una media sonrisa, sin pensarlo se la devuelvo.