El Acercamiento

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Recuerdo que lo primero que sentí cuando llegué a esa cabaña fué el delicioso perfume que la caracterizaba: Chocolate. Era tan delicado como ella, inundaba mis sentidos y me dejaba ansiando olerlo de su dulce cuerpo.

Saliendo de mi deleite inicial toqué su puerta y esperé un par de minutos hasta que escuché esa suave voz diciendo que ya estaba saliendo. Creí que mi mundo se detenía por momentos, mi corazón tronaba en mis oídos a causa de los nervios y me sudaban las manos

-Cálmate por Dios - me dije a mi misma intentando calmar mi ansiedad.
Cosa que no sirvió de nada en el momento en que abrió la puerta.
-Oh hola tú - me dijo ella con una sonrisa.
Por supuesto que en ese justo momento ni siquiera pude encontrar una respuesta a su saludo ya que su belleza me había dejado sin palabras.

Se veía espléndida con esa camiseta ancha de Queen, sus pequeños pantalones de cuero y unos Converse altos que eran perfectos ya que era más pequeña que yo y los zapatos hacían que estuviéramos a la misma altura. Sin maquillaje, sin accesorios, con solo una cola de caballo se veía perfecta, sin necesidad de más.

-E-estas muy li-linda hoy Lia - le dije con ganas de morirme ahí mismo por mis tartamudeos.

-Jaja gracias, que dulce de tu parte - me dijo sonrojándose y sonriendo de la forma más dulce enterneciendo mi corazón.
De repente la cálida sensación fué reemplazada por la sospecha porque me dí cuenta de lo arreglada que estaba.

- ¿Y vas a algún lado? Parece que ibas a salir - le pregunté de la manera más indiferente que pude conseguir.
- Ah bueno, es que estaba a punto de salir con unos amigos y eso jeje - me responde mirando hacia el suelo apenada.

Justamente hoy, la vida es cruel pensé.
-Ah ok entiendo, entonces creo que pasaré por aquí luego, que pases una linda tarde - le dije tratando de que no se notara la decepción en mi voz.

-No, espera. ¿Que tal si vienes con nosotros? - me dijo mirándome con espectación en sus pequeños ojos verdes.
¿Cómo le voy a decir que no a una chica como ella? Pensé.

-Si no hay ningún problema con tus amigos creo que está bien no? - dije esperando que no se notara que estaba saltando de felicidad por dentro.

-Estarán bien, son muy buenas personas - contestó y luego se avergonzó cuando se dió cuenta que seguía en la puerta. -Perdona estaba distraída que ni siquiera te ofrecí entrar, discúlpame - se disculpó con la vergüenza saliendole hasta por lo poros.
Pasando junto a ella sentí ese calor que emanaba de su pequeño cuerpo, y sentí el peor de los anhelos. Estar muy cerca de ella va a acabar conmigo, pensé.
- ¿Quieres algo de beber mientras los esperamos? - me pregunta ella después de haberme sentado en uno de los sofás de la sala.
- Solo agua por favor - le respondo
- Ok - replica y sonríe haciéndome sentir una ligera presión en el pecho.

Frotando ligeramente mi pecho para desaparecer la sensación, me levanto a ver por una pequeña ventana una de mis cosas favoritas en el mundo: El bosque. Me fascinan los bosques, ese silencio y ese ligero cosquilleo en la nuca que te crea el pensar que algo podría salir de repente. Eso era lo que hacía que todo para mí fuera perfecto en ese preciso momento.

 Madness InsideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora