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El sol iluminando su rostro junto con el sonido de su puerta siendo tocada fue lo que le despertó de su profundo sueño

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El sol iluminando su rostro junto con el sonido de su puerta siendo tocada fue lo que le despertó de su profundo sueño. No habia podido descansar como le gustaría aquella noche, y que además le despertaran de forma tan abrupta no ayudaba con su mal humor.

Con pesadez, se levantó de su comoda cama, quedando sentado en esta mirando fijamente sus zapatos a nada de quedarse dormido en esa posición nuevamente, sintiendo como su mente no lograba conectarse con el mundo exterior.

— ¡Buck! ¡Lo prometiste!

Se enderezó rapidamente y se colocó sus zapatos a modo flash. La vocecita fuera de su loft no cree que esperara mucho tiempo, no le gustaría que su niño se enfadara con él por no poner a tiempo su alarma.

Y hablando de esta.

El sonido irritable de su celular hizo que volteara a verle como si fuera su peor enemigo y oprime el boton de apagado fuertemente antes de trotar escaleras abajo y abrir la puerta de su hogar.

Sonrio levemente al ver a sus dos hombres favoritos al otro lado de la puerta, ambos mirandolo con la misma expresión de molestia.

— Me puedo excusar, lo prometo —Dejó salir con su voz ligeramente ronca antes de hacerse a un lado para que puedan entrar. Miró como el pequeño rubio dejaba su mochila con sus pertenencias en su sofa para luego correr tan rapido como sus muletas se lo permiten a sus brazos—.

𝗛𝗢𝗪 𝗟𝗜𝗙𝗘 𝗖𝗔𝗡 𝗘𝗡𝗗 𝗜𝗡 𝗔 𝗦𝗘𝗖𝗢𝗡𝗗 ━ 𝖡𝖴𝖣𝖣𝖨𝖤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora